Una de las palabras más arteramente utilizadas
desde hace unos años es “austeridad”. Mediante ella el poder mediático y
político al servicio de los señores del dinero pretende maquillar el sistema de
recortes de derechos y libertades a través de la merma sistemática de dinero,
personal y servicios para hacer efectivos tales derechos y libertades. Al
parecer pocos son los que se han percatado del cambio de terminología a la hora
de hablar sobre lo que está pasando desde hace unos pocos años en nuestro país
y en el mundo. No se recorta, sino que se aplica formas variadas de austeridad.
No se recorta derechos y libertades, sino que se es austero y se practica la
austeridad. ¿Nos hemos detenido alguna vez en el significado real de
“austeridad”? Acudamos al Diccionario de la RAE:
austero, ra.
(Del lat. austērus,
y este del gr. αὐστηρός).
1. adj. Severo,
rigurosamente ajustado a las normas de la moral.
2. adj. Sobrio, morigerado, sencillo, sin ninguna clase de
alardes.
3. adj. Agrio, astringente y áspero al gusto.
4. adj. Retirado, mortificado y penitente.
En boca de
un político al uso hablando de austeridad, parece claro que son palmariamente
inadecuados los significados 1, 3 y 4.
Quedémonos
con el 2: “Sobrio, morigerado, sencillo, sin ninguna clase de alardes”. Quizá
este significado tenga algo que ver con la antítesis de los cientos y miles de
millones de euros que las diversas cloacas de corrupción (de corruptores y
corruptos) han llevado a la rapiña del dinero de tod@s, en lugar de ponerlos al
servicio del pueblo. O con la antítesis de las obras públicas innecesarias
llevadas a cabo para hinchar el bolsillo de unos cuantos. Pero los políticos no
se refieren a estos casos o a decenas de casos similares más a la hora de
hablar de la austeridad. Los políticos y los medios efectúan sin rechistar el
cambio de palabras, significados y expresiones con el objetivo único de engañar
o confundir a la ciudadanía.
Austeridad,
en sus distintos significados, nada tiene que ver con la realidad disfrazada u
ocultada por muchos políticos y medios de comunicación: los recortes puros y
duros. Austeridad debe ser aplicada a y por quienes han hecho realidad la
hiperutilizada frase “vivir por encima de sus posibilidades”, no para dejar a
la gente sin trabajo, sin vivienda, sin asistencia sanitaria y educativa de
calidad, sin pensiones dignas…
La
austeridad no es una cualidad positiva, sino la cualidad de algo o alguien
cuando es áspero o difícil (de ahí proviene etimológicamente la palabra). Cada
vez que veo o escucho arteramente empleada “austeridad”, hace al menos en mí las
veces de un eficaz emético (medicamento o sustancia que provoca o
estimula el vómito).
Hoy gente mucha y excelente. Algunas
de estas personas, en las fotos:
Necesito aire fresco. Necesito respirar
aire limpio. Sin estafadores. Sin austeros.
Hasta mañana
Un placer reencontrarte en este nuevo portal.
ResponderEliminarUn abrazo,
Julia