Diario de un profeflauta motorizado, 541

 De nuevo, en Puerta Cinegia. Contra los recortes en los derechos y las libertades de la ciudadanía, por el derecho a la vivienda, el trabajo, la sanidad, la educación, las pensiones, la atención a la diversidad dignas… contra los recortes salvajes e inhumanos perpetrados contra estos derechos y libertades. Me encuentro más fuerte, dispuesto a proseguir el camino. Apoyándome en lo genuino, en lo verdadero.

Por otro lado, me duele Grecia. Grecia somos todos y todas. En el fondo se trata de ver si aún nos resta esperanza de ser autónomos, independientes, libres. ¿Cabe esperanza en Grecia/España? ¿Dejará algún día de ser deudora? ¿Sierva de la Troika? Me temo que no.

A medio y largo plazo, el dinero pasa ya a segundo término, pues los objetivos de los amos y señores de la Troika consisten en instaurar y consolidar una forma nueva (en realidad, no tan nueva: el ultraneoliberalismo) de correlación política, económica y social entre los pueblos del mundo, donde una minoría selecta posee y decide todo al margen de la voluntad o las necesidades del resto (hablar de derechos y libertades mueve y aun moverá más a irrisión). Una restauración del feudalismo, en fin, con una nueva nobleza y unos nuevos siervos de la gleba bajo el mandato omnipotente del beneficio y del dinero que vuela a la velocidad de la luz de centro cibernética a centro cibernética sin regulación alguna. La aprobación del TTIP y el ISDS por parte del Parlamento Europeo deja lugar a pocas dudas a este respecto.

Por último, la historia de Grecia, Tsipras, Syriza, el referéndum, los recortes, etc. es para llorar. Mi hijo Javier acaba de escribir en Facebook

Europa alecciona: "el futuro de tus hijos no puede obstaculizar el "progreso"". Excelente. Radicalicémonos. Odiemos al colonizador alemán, y al vago irremediable del mediterráneo -- se puede seguir. Levantemos la piedra a ver si todavía está debajo la serpiente. Y, si ahí sigue, despertemos a nuestros bisabuelos, a ver si esta vez nos quieren prestar el fusil.

Yo pregunté también ayer en Facebook: ¿Cabe esperanza en España? ¿Dejará algún día de ser deudora? ¿Sierva de la Troika? Me temo que no

Por lo demás, mañana tranquila, con gente agradable y lúcida. Debo destacar ante todo a mi admirado y buen amigo Vicente Ara.

A cantar y a bailar, venga, que no decaiga

hasta mañana