lunes, 27 de julio de 2015

Diario de un profeflauta motorizado, 551



Estos días disfruto del placer de tener en Zaragoza a familiares a quienes quiero mucho. Hoy estoy en Puerta Cinegia, pero será difícil esta semana ir todos los días y cumplir un estricto horario de permanencia. Que esta semana sea entonces de algún modo un remedo de vacaciones. Mañana, por ejemplo, ya no podré estar en Puerta Cinegia.


Cancioncilla del primer deseo fue mi primera canción compuesta en un hermoso pueblo turolense; Albarracín. En aquel verano sorbía hasta la misma gota las poesía de Federico García Lorca. Me quedé maravillado ante estos sencillos y fulgurantes versos.

En la mañana verde,
quería ser corazón.
Corazón.
Y en la tarde madura
quería ser ruiseñor.
Ruiseñor.
(Alma,
ponte color de naranja.
Alma,
ponte color de amor)
En la mañana viva,
yo quería ser yo.
Corazón.
Y en la tarde caída
quería ser mi voz.
Ruiseñor.
¡Alma,
ponte color naranja!
¡Alma,
ponte color de amor!


Esta canción está dedicada a Elena, una muchacha hermosa por dentro y por fuera, que tan bien ha estado cuidando de mí estos días pasados.



Hasta el próximo día

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