miércoles, 28 de noviembre de 2012

Palestina, Estado observador como otros 188 países de la ONU




Leo en el sitio web del Gobierno español que “Palestina está a punto de convertirse en Estado observador de la ONU”, pero “ha pedido a la Autoridad Palestina que no use su nueva condición en la organización para denunciar a Israel ante el Tribunal Penal Internacional”.
Como la cosa no es totalmente parecida a ponerle el cascabel al gato, pero sí al menos a enseñárselo, las embajadas de España en Israel y EEUU explicarán el sí español en la ONU, no sea que se mosqueen demasiado ambos países.
Hay 193 países miembros de las Naciones Unidas, algunos de ellos la mar de pintorescos, pero a Palestina solo le van a permitir ser Estado observador, es decir, con derecho a asistir a ciertas asambleas plenarias y hablar en ciertas ocasiones, pero sin derecho a voto, como le ocurre a potencias internacionales tales como Ciudad del Vaticano y la Orden de Malta. La cosa tiene su explicación: a los palestinos se les ha colgado en la frente, en lugar de una estrella amarilla, un letrero con la leyenda “terrorista”, por lo que eso de Estado observador parece complicarse.
Si acudimos al diccionario de la RAE, terrorismo es “dominación por el terror” y “sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror”, por lo que nos encontramos con la dificultad de aplicar el epíteto al pueblo palestino, pues no domina nada, sino que lo dominan bien dominado. Eso sí, algunos de sus miembros, pertenecientes a algunas organizaciones de resistencia, sí ejecutan actos de violencia, si bien suelen ser bastante menores en cantidad y saña que los perpetrados por el supuesto Estado víctima: Israel.
El Gobierno español recomienda a Palestina que no denuncie a Israel ante el TPI, aunque, objetivamente, tiene sobradas razones para ello. Desde la división de Palestina en dos mitades para judíos y palestinos en 1947, la ONU se ha visto atada de pies y manos por el veto de Estados Unidos, aliado incondicional de Israel, en el asunto de los Territorios Palestinos Ocupados (básicamente, Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este), que la ONU y la Corte Internacional de Justicia han resuelto una y otra vez que sean devueltos al pueblo palestino, aunque Israel no ha hecho caso alguno a las recomendaciones y resoluciones de la ONU y de los altos tribunales. Tampoco hay que olvidar los Altos del Golán, pertenecientes a Siria, o la zona de Shebaa, reivindicada por Líbano. No obstante, España teme las represalias varias de los amos del mundo (entre ellos y principalmente, USA e Israel), por lo que pinta como una heroicidad diplomática la adscripción de Palestina como mero Estado observador de la ONU.
De todas formas, pensándolo bien, no tiene demasiada importancia relegar el Estado de Palestina a mero Estado observador de la ONU, pues en la ONU la inmensa mayoría de los 193 países miembros no dejan de ser unos simples observadores de lo que se cuece entre unas pocas potencias mundiales. Al fin y al cabo, el órgano realmente decisorio es el Consejo de Seguridad, que sigue siendo una pamema, pues de sus 15 países integrantes, solo 5 son permanentes y solo esos cinco tienen derecho a veto (Rusia, Francia, Reino Unido, China y Estados Unidos). En otras palabras, Palestina tendrá derecho a observar, que es lo mismo que han hecho y siguen haciendo casi todos los demás, incluida España. Lo demás es solo hojarasca.


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