Las lágrimas de Jesús en el monte Génova

  En aquel tiempo, Jesús subió con sus discípulos a la montaña, y tras sentarlos a su alrededor, se puso a enseñarles, diciendo:

  “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos. Bienaventurados los limpios de corazón. Bienaventurados los misericordiosos. Bienaventurados los que tienen sed de justicia. Bienaventurados los perseguidos. Bienaventurados los que sufren. Alegraos y estad contentos, que vuestra recompensa será grande en el cielo”.

  Entonces preguntó Simón Pedro: ¿Esto es lo que toca decir el próximo miércoles en el Congreso?

Y Andrés añadió: ¡España va bien!

Y Santiago dijo: ¿Hay que hablar en Intereconomía sobre esto?

Y Felipe dijo: ¿Eso de la recompensa está relacionado con mi sobre? ¡Por que a mí esta mañana no me han dicho nada!

Y Juan dijo: Yo hago peinetas, tú te vas a esquiar, el/ella recibe sobres, nosotros lo negamos, vosotros afirmáis vuestra honradez, ellos evaden.

Y Mateo dijo: El galimatías ese que acabamos de escuchar del maestro se debe en su mayor parte a la herencia recibida.

Y Judas dijo: Si se está frenando la destrucción de empleo, se está avanzando en la creación de empleo. Es así que no se está avanzando en la creación de empleo, luego tampoco se está frenando la destrucción de empleo.

Y Bartolomé exclamó: Cristina nunca supo nada y Ana, tampoco.

Y Tomás respondió: ¿Eso de los pobres de espíritu tiene que ver con el copago sanitario?

 

Entonces uno de los fariseos allí presentes advirtió a Jesús de que en su discurso no habían quedado claros los objetivos de déficit ni la bajada de la prima de riesgo. Por lo tanto, eran inevitables más recortes.

A lo que otro fariseo añadió: El discurso que acaba de pronunciar el hombre ese me suena a finiquito simulado e indemnización en diferido.

Uno de los saduceos allí presentes preguntó: ¿Al final hay que lanzar confeti? ¿Y quién lo va a pagar?

Y un escriba replicó: Y tú más

Un esenio que escuchaba todos esos comentarios, alzando la voz, dijo: Se demuestra que no ha  habido financiación irregular de una persona o de un partido con dinero negro mediante la presentación de las Declaraciones respectivas a Hacienda.

Y un centurión romano que vigilaba posibles alborotos, avisó: Ese discurso es sospechoso. Me suena a la sucia propaganda izquierdista de Educación para la Ciudadanía

Y otro centurión ordenó a los soldados estar preparados para lanzar pronto gases lacrimógenos y pelotas de goma sobre la multitud de curiosos que se estaban apelotonando en las cercanías. “Antisistema”, los llamaban.

Y el director de la sinagoga de mayor solera de la localidad se impacientó un tanto al escuchar las palabras de Jesús, a la vez que musitaba: Tras estas recomendaciones, me siento con la suficiente entidad moral para pedir más sacrificios y austeridad a quien haga falta

  Un volatinero que merodeaba por allí protestó: Todas esas afirmaciones son falsas, salvo algunas cosas que son las que han publicado los medios de comunicación.

  Y un empresario que también pasaba por allí ordenó de inmediato contratar a ese  Jesús a cualquier precio para su programa televisivo de personajes pintorescos. 13TV, sin embargo, declaró que tenía sus derechos de imagen en exclusiva.

Y otro dirigente ordenó que le propusieran formar parte de las listas de su partido para las próximas elecciones (eso sí, en el penúltimo puesto).

  Y el delegado gubernamental de zona no se enteró de nada porque nadie le había dado órdenes al respecto por la vía reglamentaria.

  Y los discípulos de Jesús se alegraron, porque les habían asegurado que cada vez que asistieran a algún discurso o acto del maestro recibirían unas suculentas dietas, amén de poder navegar en barcas business 

                    Y Jesús lloró...................

 

 

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