Hoy me ha
hecho llegar Marisol una maravillosa carta de un familiar, Isabel, una mujer
bilbaína de 96 años. La dirige a la ministra Fátima Báñez en relación con la
presunta subida de su pensión, aunque deja bien claro que “no escribo sólo por
mí, sino también por otras personas que están peor que yo”. Esta es la carta:
Personas
como Isabel, todo un ejemplo de ser y hacer en la vida, inyectan esperanza y ánimo para proseguir el
camino. Para ella toda mi gratitud y mi admiración. Deja asimismo patente que no
hay edad para luchar o dejar de luchar, para pensar que una determinada etapa
de la vida exime del compromiso y la solidaridad consigo mismo y con los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si lo deseas, puedes hacer el comentario que consideres oportuno.