Marisol, Marga,
Pilar, Patricia y Ana han ido acudiendo al portal, junto al perroflauta
motorizado. Otros han asegurado estar mañana allí.
Daniel
llega al portal acompañado de Emmanuel Kant. Daniel cumple mañana tres meses de
vida.
“Fíjate lo que escribí en mi casa, un sábado
por la tarde, después de preparar las clases del lunes en la universidad de
Königsberg”, dice Kant al perroflauta motorizado, al poco tiempo de llegar
al portal de la Consejera aragonesa de Educación. Y Daniel pregunta, a su vez: “¿Es demasiado optimista Emmanuel
escribiendo esto? Me resisto a que renuncie a una sola de esas palabras
escritas en su opúsculo Lecciones de Pedagogía”. Y Daniel alarga su bracito
para darme un libro pequeño (Lecciones de Pedagogía de Emmanuel, su
acompañante). Lee a renglón seguido el perroflauta:
“Es
probable que la educación vaya mejorándose constantemente, y que cada
generación dé un paso hacia la perfección de la humanidad; pues tras la
educación está el gran secreto de la perfección de la naturaleza humana. Hoy
ya estamos en disposición de analizar con claridad lo que propiamente conviene
a una buena educación. A veces imagino con placer que la naturaleza humana se
desenvolverá́ cada vez mejor por la educación, y que la humanidad cada vez será
mejor gracias a la educación. Y es que a través de la educación puede irse
logrando la perspectiva de una dicha futura para la especie humana”.
El
perroflauta motorizado responde con ardor a Kant, mientras Daniel escucha
atentamente: “Emmanuel, no renuncias a
nada escribiendo esto, sino que expresas tu firme convicción de que solo a
través de la educación los seres humanos iremos mejorando como humanos, de que
la naturaleza humana progresará por caminos positivos de racionalidad y
libertad. Ahora, en 2014, una buena parte de la humanidad aún carece de
escuelas, universidades, pupitres, cuadernos, libros y lapiceros. Eso es una
vergüenza para quien lo piense. Sin embargo, en los países mal llamados
“desarrollados” hay más escuelas y más medios, pero, por ejemplo, en mi país,
España, los actuales gobernantes tratan la educación como si fuese una tienda
de zapatos. Recortan presupuestos, personal y ayudas, porque en lugar de
gobernantes son solo funcionarios de una gestoría encargada de la contabilidad de tiendas. El gobernante no es así un
dirigente, sino un dirigido: acatan y se atienen a las directrices provenientes
‘de arriba’; es decir, hacen exactamente lo contrario de lo que debería
esperarse del profesorado y del alumnado, con derecho a que cada hora de clase
sea una ocasión para pensar, formarse e ir descubriendo juntos la aventura del
mundo y de la vida”.
“Gracias, abuelo, pero no creo que le
consuele mucho a Kant lo que comentas”, replica Daniel. “Me siento culpable de haber escrito cosas bellas,
pero, en el fondo, irreales”,
apostilla Kant.
Juan
de Mairena irrumpe en la conversación: “Casi
todos los intelectuales escriben cosas bonitas, que aplauden a priori sus
adeptos, sin verlos jamás en las calles y en las plazas, o ni siquiera sin que
indiquen qué hacer y dónde y cuándo, después de exponer bellamente un problema.
Personalmente, estoy harto de conferenciantes y escritores que solo hablan y
escriben. Por ejemplo, si tan grave es la cuestión de la deuda pública española
y buena parte de la misma es ilegítima, los grandes analistas de economía deberían
centrarse también en cómo y dónde puede negarse la ciudadanía a pagar la parte
correspondiente a esa deuda ilegítima. Pero muy pocos se mojan, porque puede
acarrearles problemas o porque eso significaría salir del despacho de su
universidad”.
Y
el perroflauta motorizado concluye: “ Emmanuel
Kant, tú has hecho muy bien en indicar el camino. Son otros los que hoy tienen
que recorrerlo, dedicar todo su esfuerzo en intentar alcanzar cada día esas
metas, arriesgar sus vidas y sus haciendas por la idea que más bulla en su interior.
De lo contrario, por favor, que hablen y escriban menos, pues corren el riesgo
de que sus propias palabras habladas y escritas les dejen en evidencia”.
“Gracias por estar cada mañana ahí abuelo”,
dice, a modo de despedida, Daniel, “sé
que lo hacéis por mí y por tod@s l@s niñ@s para que podamos disfrutar siempre
de una escuela pública, laica y de calidad”.
Una
gota de agua cae sobre el rostro del perroflauta motorizado, que sueña en esos
momentos que es una lágrima de arrepentimiento de la Consejera aragonesa de
Educación, Universidad, Cultura y Deporte, Dolores Serrat, por tanto recorte y tanto sufrimiento
a fin de que los bancos y los ricos sean cada vez más ricos y más carroñeros al
dictado de Bruselas, el FMI, Rajoy, Wert, Rudi, Serrat y la madre que los parió.
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