Marisol, Marga, Sara, Cristina y el perroflauta
motorizado han estado hoy en el portal de la Consejera aragonesa de Educación.
Mas cuando el perroflauta motorizado estuvo solo, habló así a su corazón: «¡Será
posible! ¡Esta gente en su ciudad no ha oído todavía nada de que sin verdadera educación
morirá!» Y el perroflauta motorizado continuó hablando a su corazón:
Anda, sal de la caverna, no te
resignes a escuchar los lamentos y ayes de tus compañer@s de infortunio, tod@s
atados, mirando solo a la pared donde se reflejan las sombras, que van desfilando ante vuestras exhaustas
miradas. Alguien os está contando desde la lejanía que podéis ascender hasta la
superficie, ver los seres del mundo tal como son a la luz del sol radiante y en
los primeros momentos cegador. Saca fuerzas de donde crees que ya no hay,
levántate, rebélate, no aceptes más tu condición de prisionero encadenado.
Hoy voy a hablarte de otra salida de
la caverna, que parece ascendente, pero en realidad abarca todas las
dimensiones del universo. Anda, ven, te la muestro, si decides levantarte. La salida está en tu propia alma, en tu alma
hay algo que siente la maravillosa
atracción hacia ti mism@, hacia las personas que te rodean, hacia el mundo
entero que quieres limpio, libre, justo y sostenible.
También tú, educador/a, docente,
profesor/a, madre/madre, sal de la caverna donde año tras año sigues el camino
marcado. Haz que los niñ@s y l@s jóvenes se familiaricen día a día con esta
misma atracción hacia el universo inefable de un@ mism@, del otr@, del universo
entero. Que en sus mentes y sus almas quede troquelado el amor por la libertad
y la igualdad de oportunidades, por el respeto y la belleza. Templa todo esto
en sus almas, educador/a. Hazlos ciudadanos del mundo, habitantes del universo.
Que sus espíritus naveguen con la alegría de saberse en el navío común de
tod@s, aunque el sol, el viento, el oleaje y las tormentas no vayan solo en
provecho de su aldea ni del suyo propio.
Enséñales a disfrutar de los
placeres de la vida a fin de hacerlos capaces de afrontar con entereza los
sinsabores y los miedos que van a sobrevenirles en el futuro. Enséñales que el
placer puede y debe redundar también en beneficio de los demás que el placer debe
superar el corto horizonte de lo que la miope vista promete.
Víctor
Hugo recomienda en su poema “Deseo” que por lo menos una vez al año pongas el dinero y lo que tienes
frente a ti y digas: "Esto es
mío", sólo para que quede
claro quién es el dueño de quién. Por lo mismo, acostúmbrales entonces a que
hagan una liquidación
diaria consigo mism@s, para que puedan cada día y al final de su existencia
hacer un calculo del valor de la vida y del mundo. Hazles, pues, ardientes
amantes del valor, y no del precio, de todo lo que el mundo y la vida pueden
proporcionarles.
Hasta
mañana
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