Hasta el 30 de abril hay una
exposición sobre la “sábana santa” en el Museo Diocesano de Zaragoza,
remodelado con el dinero de toda la ciudadanía e inaugurado hace pocos años por
la mismísima Infanta Cristina de Borbón.
No voy a calificar o evaluar ninguna sábana,
pues me bastan las mías, de las que estoy satisfecho. Ya se encargan otros de
estudiar y difundir la cuestión de a “sábana santa”, e incluso hay un Centro
Español de Sindonología (síndone=sábana), aunque debo señalar que adosar un
carácter científico (logía) al tema de la sábana santa de Turín no deja de ser
un oxímoron o una contradicción in terminis (así como no es posible un instante
eterno, una luz oscura o un hierro de madera, de igual forma no puede haber
ciencia de lo que solo es objeto de creencia –como dios o una sábana).
La sacristía zaragozana empieza a
mosquear cuando ya en la inauguración de la exposición los presentadores fue una
consejera de Turismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Lola Ranera, socialista,
presente en razón de su cargo; el Hermano Mayor de la Cofradía de las Siete
Palabras y San Juan Evangelista, Ignacio García Aguaviva; y el director
científico del Museo Diocesano, Domingo Buesa.
Mención especial merece Domingo Buesa, que desde 2003
hasta 2011 fue concejal de ayuntamiento de Zaragoza, y anteriormente Director
General de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón (1996-1999),
compatibilizado con su cargo como miembro del Consejo Nacional de Patrimonio
del Estado (1997-1999), Vicepresidente del Patronato de la Fundación Dinópolis
de Teruel (1998-1999), y Director de la Alta Inspección del Estado del
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en Aragón. Este hombre que rigió
durante tantos años la educación y la cultura de aragoneses y españoles, ha
acabado dirigiendo el Museo Diocesano de Zaragoza. Todo un síntoma de vasos
comunicantes entre Iglesia y Estado, todo una flagrante prueba de que la
supuesta aconfesionalidad del Estado suele ser muy a menudo un puro cachondeo.
El alcalde socialista (¡!) Belloch nombró en 2008 a Buesa Cronista Oficial de
la Ciudad de Zaragoza para la Expo2008. Y es que hay muchas más cosas que les
unen de las que les separan.
De hecho, en esa misma inauguración, el alcalde Belloch y
el arzobispo Ureña estaban igual y devotamente unidos, como puede verse en la
foto.
Días después, el 20 de enero, día de san Valero,
patrón de Zaragoza (¿hasta cuándo patronos confesionales en un Estado
aconfesional?) el Ayuntamiento de Zaragoza organizó otro acto alucinante.
Dedicó al Cuerpo Municipal de Voluntariado por Zaragoza cuna actuación teatralizada
en la plaza del Pilar. Allí, un actor vestido de obispo Valero redivivo dirigió
unas palabras a los Voluntarios por Zaragoza, agradeciéndoles la labor que
realizan. Belloch está convirtiendo cada
vez más a la ciudad de Zaragoza en una inmensa sacristía con calles dedicadas
al fundador del Opus Dei, misas y procesiones a las que asiste el Ayuntamiento
en calidad de sus cargos institucionales, obispos resucitados, cruces en la
sala de Plenos y sábanas expuestas a las miradas de la ciudadanía con el dinero
de esa misma ciudadanía. ¿O no?
De febrero a junio de 2012 estaba abierta
esa misma exposición de la sábana santa en la catedral y el palacio arzobispal
de Málaga. El alcalde del PP, Francisco de la Torre firmó un convenio con la “concesionaria d ela explotación
cultural de la Catedral”, por el que el Ayuntamiento "a través del área de Turismo, aportará la cantidad de 40.000 euros
(...) que será satisfecha con carácter previo". En tal convenio existía
otra cláusula de devolución de dinero, en el caso de que el número de
visitantes de la exposición arrojase beneficios. A pesar de los datos expuestos en el
reportaje de diario.es. no se reintegró nada al Ayuntamiento.
Cada vez que ha habido exposición de
sábana santa, el erario público ha subvencionado todo o parte de sus costes.
Como botón de muestra, véase en Laicismo.org
“El Principado financiará parte de la exposición sobre la Sábana Santa”
“El Principado apoyará al
Ayuntamiento de Oviedo para que la exposición sobre la Sábana Santa de Turín,
que el equipo de gobierno municipal (PP) quiere exhibir durante los meses de
verano en la plaza de la Catedral, aterrice en la ciudad. Para ello el
Ejecutivo que preside Javier Fernández (PSOE) concederá una subvención de
25.000 euros al Ayuntamiento para sufragar los gastos de la exposición, que se
calcula que rondarán entre los 70.000 y los 80.000 euros. Estas cantidades se
corresponden con el coste de la carpa que albergará la muestra. El resto se
financiará directamente a través de las entradas (8 y 6 euros). El dinero que
aportará el Gobierno del Principado saldrá de las arcas de la Consejería de
Economía y Empleo, a través de la Dirección General de Comercio y Turismo”.
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