Lunes, 3 de febrero. 37 semanas. Hace una que el
perroflauta motorizado no ha podido acudir al portal. Día de un frío endiablado
con aguanieve. Hoy ha tenido sensaciones nuevas en un día más en el portal de
la Consejera aragonesa de Educación. ¿Recuperará finalmente lo retrocedido en
su salud? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo, perroflauta motorizado? Lo de menos es
el tiempo y los plazos, sino la determinación de estar ahí mientras resten
fuerzas.
Marisol ha estado también allí, con la misma dulce
fiereza en la mirada y en el ánimo: no pasarán, no dejaremos que pasen, a no
ser que pasen por encima de nosotros. Y al día siguiente, volveremos. Y si no
podemos, otros ocuparán nuestro lugar. Desde el primer minuto estaba también
Maite. Después, han ido acudiendo Jonathan y Félix, que nos ha hecho agradable
la jornada contando anécdotas y datos de su vida marinera.
Nessun dorma! Nessun dorma!, canta Pavarotti en el
Turandot de Giiacomo Puccini que está al inicio de esta página del Diario. ¡Qué
nadie duerma! ¡ Que nadie duerma! Atentos, fieros en la lucha pacífica, sin
reblar un metro y un segundo. Que nadie duerna, pues “si duermo, ¿quién me dará la luna?”, exclama también el Calígula de
Albert Camus. El mundo, tal y cómo está, no es
soportable para Calígula, y por eso necesita, la luna o la dicha o la
inmortalidad, algo descabellado quizá, pero que no sea de este mundo ramplón. Y
es que las cosas no se consiguen porque nunca se las sostiene hasta el fin.
Leo en El País que inaugura la “Semana de la
Educación de la Fundación Santillana” Andreas Schleicher, subdirector de
Educación de la OCDE y director del informe de referencia internacional PISA
—que evalúa el nivel de los alumnos de 15 años. Leo allí mismo también que es
el referente intelectual en el que constantemente se apoya el ministro de
Educación, José Ignacio Wert, para defender su reforma educativa. Schleicher
afirma en grandes titulares que “equidad no es tratar a cada alumno y cada centro de la misma forma”.
Leyendo la entrevista, Schleicher y Wert se parecen como un huevo a una
castaña, aunque materialmente coincidan en determinados enunciados.
Me ciño a su frase “equidad no es tratar a cada alumno y cada centro
de la misma forma”, lo que equivale a decir que equidad es tratar a cada alumn@
y cada centro según sus características y necesidades peculiares. Antes, eso se
llamaba “atención a la diversidad”; ahora, con independencia de su
nomenclatura, se llama imposibilidad de hacerlo, mientras cada vez haya más
recortes en profesorado (particularmente, profesorado de educación especial),
aumento de ratio nº alumnos/aula, recorte en becas y ayudas, evaluaciones externas
donde el criterio de evaluación lo marquen la empresa y la fidelidad de la
respuesta correcta a la pregunta formulada.
¿Cómo tener equidad en educación sin una educación previa de la equidad?
¿Cómo educar diversamente a cada persona, diversa por esencia, si se tiene un
trato de favor al colegio privado, a la universidad privada? Wert y Serrat son
dos esbirros del mismo amo, pero no se atreven a llamar las cosas por su
nombre. No tienen voz ni voto. Dicen y
hacen lo que los señores del tinglado les ordenan decir y hacer. Luego, si van
dejando diariamente víctimas por las cunetas, se sienten inocentes: se limitan
a obedecer órdenes. Los dirigentes de la educación son hoy el paradigma de lo
que nunca debe obtener una verdadera educación: ser unos botarates y unos guiñoles del teatro del mercado mundial de la
farsa.
Gracias Antonio por estar ahí, por tu ejemplo y tu mensaje, también por tus enseñanzas.
ResponderEliminarUnos y otras consiguen al menos mantenernos despiertos y soñar con la utopía. Y también hacernos un poco más valientes.
Un saludo desde Valencia
josemiguel
PS Cuídate!