Ayer recibí las papeletas para poder
votar por correo, tal como solicité, pues las barreras arquitectónicas de mi
colegio electoral (colegio concertado La Milagrosa, Zaragoza) me lo impiden.
Si no conté mal, 16 papeletas distintas
para el Ayuntamiento de Zaragoza y otras 16 papeletas distintas para las Cortes
de Aragón. No aprendemos. Parece que no aprenderemos nunca. La condición humana
parece llevar a la derecha a la misma placidez, de tal forma que todo esto de
la campaña electoral y sus resultados posteriores, debido a la unanimidad de
sus correligionarios y la falta de oposición entre sus filas, parecen el
preludio a la siesta de un fauno popular.
Por contrario, la condición humana lleva
a las posiciones progresistas a la disgregación, la carencia unitaria, el
ombliguismo, el pensar que se está en la plena posesión de la verdad y el resto
no son más que o equivocaciones o aproximaciones.
Mi Partido político se duele cada vez que
se ve partido. Se llama Frente Único, Frente Popular o cualquier otro nombre
similar. Mi Partido político maldice este eterno círculo vicioso en que está
sumida la izquierda desde siempre. Entretanto, las gaviotas cagan y cagan sobre
nuestras cabezas y siguen siendo el maldito “partido más votado”.
No he votado la mejor opción, sino la
menos mala: la que intenta impedir que el PP siga haciendo estragos en el país.
He votado al mal menor que más posibilidades tiene de hacer frente al PP.
Pues pensaba que eras más valiente, Antonio y, sobre todo, que sabías que las elecciones son para municipales y autonómicas. El mal menor, puede ser a veces, un mal muy grande.
ResponderEliminarUn saludo.
No sé quién eres, valiente. Cada un@ tiene pleno derecho a votar la opción que quiera. Desde tus posiciones valientes, bastante identificables, no veo siquiera la menor autocrítica. Así nos va. Así os va.
ResponderEliminar