¿Qué tiene que pasar en este país para
que pase algo? ¿Puede haber más corrupción –y no solo económica- en el partido
político gobernante? ¿Cabe más corrupción –y no solo económica- en los
denominados “partidos mayoritarios?
Según la última encuesta de estimación de voto el CIS, la ciudadanía sigue
votando y votando a los mismos, dejando a los partidos emergentes como relleno
y bisagra de futuros pactos.
“Desarrollaremos…”, “eliminaremos…”,
“haremos…”, “nos comprometemos…” ¿Cuándo, cómo, dónde? ¿A quiénes hemos visto
en la calle, a pie de desahucio, a pie de ERE, a pie de miserable, a pie de
familias sin ingresos? En Zaragoza he visto con admiración a un solo político
–de IU, concejal- encadenado con unos trabajadores en lucha de Parques y
Jardines. Fuera de esto he visto palabrería, posturitas, declaraciones,
discursos…
Nos fuimos del portal de la Consejera
aragonesa de Educación, en una de las calles más transitadas de la ciudad,
precisamente para evitar la obscenidad de ver acercarse a políticos de toda
suerte y condición para hacerse una foto con la gente del portal, que nunca
jamás habían visitado antes. Lo aguanté en las Europeas, pero mi estómago no
podría aguantar más ese ceremonial aniquilador (aniquilar: reducir a la NADA).
Nada, nada, nada, nada….
Enciendo la radio, enciendo el televisor,
abro la prensa… ¡Ha comenzado la campaña electoral! Cierro la boca y aprieto
los dientes, pues cada cuña radiofónica, cada espacio electoral televisivo, más
“noticias” (¿?) y crónicas son eméticos disfrazados de novedades. A esa pobre
gente que aparece en unas listas le toca ahora ir y venir, callar la verdad y
mentir, intentar levantar el ánimo y la intención de voto de la gente, cuando
en realidad saben bien que solo les escuchan los convencidos.
¿Qué le pasa a este país, con una derecha
que vota axiomas y dogmas de pacotilla, que vive de sofismas y embaucamientos?
Por dios, por la patria y por el rey… cristo vence, cristo reina… hemos
superado la crisis… crecimiento económico y creación de empleo… defensa de la
vida y de la familia… ¿Qué puede esperar de un país con ocho millones de
votantes incondicionales, que –metafóricamente- estarían dispuestos a quemar a
quien niegue a su dios, fusilar a quien se meta con su patria, sepultar en
papel couché a quien niegue a su rey?
¿Qué le pasa a este país, con un partido
otrora socialista y obrero, pero que ahora básicamente es una agencia de
colocación? ¿Qué le pasa a este país, con una izquierda que cada vez se atreve
menos a manifestar públicamente y con fiero orgullo sus utopías (recuérdese, la
utopía es lo óptimo, no lo imposible)?
Soy viejo, estoy medio acabado, he visto
demasiadas elecciones ya, demasiadas campañas electorales ya (incluidas
aquellas primeras en que nos pasábamos hasta el amanecer con un cubo, una
brocha y centenares de carteles).
Yo
no sé muchas cosas en verdad
Digo
tan sólo lo que he visto
Y
he visto que la cuna del hombre
La
mecen con cuentos
Que
los gritos de angustia del hombre
Los
atrapan con cuentos
Que
el llanto del hombre
Los
taponan con cuentos
Que
los huesos del hombre
Los
entierran con cuentos
El miedo del hombre
El miedo del hombre
Ha
inventado todos los cuentos
Yo no sé muchas cosas en verdad
Yo no sé muchas cosas en verdad
Digo
tan solo lo que he visto
Y
he visto que la cuna del hombre
La
mecen con cuentos
Que no quiero que me entierren
Que no quiero que me entierren
Con
cuentos
Que
no quiero que me sellen la boca
Con
cuentos
Que
vengo de muy lejos
Y
me sé todos los cuentos.
León
Felipe
No seré yo quien denigre la política como tal actividad objetivamente necesaria en las sociedades humanas (como la prostitución mismamente), ni quien ponga en ella más esperanza que la que pondría en...
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