jueves, 15 de noviembre de 2012

Un crimen más a manos de talibanes de bata blanca





Savita Halappanavar era una dentista india que vivía en la ciudad irlandesa de Galway. Tenía  31 años y estaba embarazada de 17 semanas, pero falleció el pasado 28 de octubre en el Hospital Universitario de la citada ciudad.
Empezó a sentirse mal pronto y acabó muy enferma, pero a Savita ni siquiera le quedaba el consuelo de acordarse del hijo que estaba esperando para la primavera, pues desde muy pronto supo que el feto que llevaba dentro era inviable y no podría sobrevivir. Los médicos de aquel supuesto hospital supuestamente universitario supuestamente europeo la dejaron morir de septicemia, pues se negaron a practicar el aborto, ya que aún latía el corazón de aquel feto agonizante. “Este es un país católico y la ley lo prohíbe”, le dijeron, a lo que ella respondía en vano que no era irlandesa ni católica, sino india e hindú.
Praveen Halappanavar, su marido, un ingeniero de la empresa Boston Scientific en Galway, vivió con su esposa la misma pesadilla. Había leído en los diarios que los talibanes vivían en las resecas montañas de Afganistán, pero allí se dio cuenta del error: en Irlanda hay talibanes que visten bata blanca y van a misa y rezan el rosario y brindan por san Patricio. Unos talibanes perforan de un disparo la cabeza de una niña que reivindica su derecho a ir a la escuela. Otros talibanes dejan morir fríamente a una mujer porque el corazón de un feto de  17 semanas sigue latiendo. Eso sí, cuando dejó de latir, dejó también de latir el de la madre. ¡Qué bien!
El aborto sigue siendo un tema tabú en la católica Irlanda, al igual que en resto de los católicos países del mundo. No verás un solo rastro de condena en sus constituciones contra el paro, el fraude fiscal o la explotación de muchos en manos de unos pocos, pero sus jerarcas proyectan en tales constituciones sus fijaciones y obsesiones, de corte marcadamente sexual: aborto, homosexualidad, anticonceptivos, relaciones pre- y extramatrimoniales, etc.
Ahora el talibanismo mesetario hispanovisigótico ataca de nuevo en España: Gallardón quiere volver a una restrictiva ley de supuestos, eliminando la vigente ley de plazos. El Gran Talibán y sus talibanes adláteres no saldrán así a la calle a defender la vida y la familia, como hacían cuando gobernaba el impío ZP, pues es un país católico, por la gracia de dios (del suyo, no el de Savita Halappanavar, o el de los adoradores de las decenas de dioses más inventados en el mundo; tampoco de quienes consideramos que dios es un simple pseudoconcepto).
 “Savita sufría una auténtica agonía. Estaba destrozada por la pérdida del bebé, pero lo había aceptado. Cuando vio al médico el lunes por la mañana le volvió a preguntar por qué, si no podían salvar la vida del niño, no la inducían a terminar el embarazo. El médico le dijo que mientras esté latiendo el corazón del feto no podían hacer nada”, repite una y otra vez su viudo, Praveen.
 “Esa noche empezó a tener temblores y escalofríos y a vomitar. Fue al lavabo y se desmayó. Se encendieron todas las alarmas y los doctores empezaron a sacarle sangre y a darle antibióticos. A la mañana siguiente les dije que ella estaba tan enferma que tenían que acabar con aquello, pero volvieron a decir que no podían”, concluyó.
A mediodía, el corazón del feto dejó de latir y por fin abrieron la matriz de Savita. “Cuando salió del quirófano podía hablar pero estaba muy enferma. Es la última vez que hablé con ella”. Aquella noche le llamaron del hospital para decirle que estaba en estado crítico y la habían sedado. En la noche del sábado al domingo 28 de octubre, falleció.
Malditos seáis todos y todas talibanes de mierda, asesinos de mujeres, corazones que laten solo ante el papamóvil o los secretos anticomunistas de la virgen de Fátima. Amén. Así sea.

2 comentarios:

  1. Sí, malditos sean... Lamentablemente, si algún día lograrán apearse del burro del talibanismo (cosa improbable), se darían cuenta de su torpeza infinita y de su impiedad...
    Sí, claro que sí, malditos sean todos los talibanismos, vengan de donde vengan.

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  2. Viva el sectarismo..............................
    Y la demagogia..................................

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