El PSOE nos regaló ayer otra de sus
perlas, esta vez tocante al Concordato y las relaciones con la “Santa (?)” Sede. La vicesecretaria general de los
socialistas, Elena Valenciano, quiso dar ayer un puñetazo en la mesa laicista en
un desayuno informativo del líder del PSC, Pere Navarro, y dejar claro a
Gallardón y Rouco que el PSOE está dispuesto a revisar y denunciar los Acuerdos
entre el Estado Español y el Vaticano.
Pero le traicionó quizá el subconsciente
al establecer para ello un condicional (Si A… entonces B): "Si el Gobierno del PP, como ayer anunció el ministro de Justicia,
va a ir de la mano con los obispos para modificar la ley del aborto y para
volver a limitar la libertad de las mujeres, el PSOE exigirá que se denuncien los acuerdos con la Santa Sede".
Es decir, que el PSOE seguirá muy quietecito y sin decir esta boca es mía sobre
Concordatos y Acuerdos si no se toca la ley del aborto. Patentes quedaron así
las relativas convicciones laicistas del Partido Socialista (¿) Obrero (¿)
Español: los Acuerdos con la “Santa (?)”
Sede son en sus manos, ateniéndonos a los hechos, cromos que pueden
intercambiarse, comprarse, regalarse o tirarse. Por si no ha quedado totalmente
diáfano: "El PSOE señalará la
necesidad de modificar la relación con la Santa Sede", afirmó también
la señora Valenciano, si el PP consiente que los obispos "sigan imponiendo su moral
al conjunto de la ciudadanía y mucho menos que limiten la libertad de las
mujeres". En román paladino:
Si A, entonces B; y si no-B, entonces no-A.
Ese mismo día, la portavoz del grupo
socialista en el Congreso de los Diputados, Soraya Rodríguez, insistía en las
mismas ideas utilizando el mismo soporte lógico condicional: en primer lugar,
afirma rotundamente una falsedad palmaria en la actualidad (“Vivimos en un Estado aconfesional”), y a renglón seguido reitera
la misma argumentación: “si se rompen las
reglas de juego, las normas sobras las que hemos construido el consenso y la
convivencia, afectando de forma clara
al recorte de la libertad de las mujeres, el Partido Socialista también
las rompe. Para ser más clara, claro que sí, plantearemos una reforma en
profundidad de los acuerdos de la Santa Sede".
Hubiera sido sencillo realizar
enunciados simples, capaces de revelar
sin condiciones y sin hojarasca las ideas y las reivindicaciones
socialistas. Por ejemplo: nos oponemos a que se imparta religión en la escuela
pública, más aún cuando pagamos los suelos de ese profesorado, elegido a dedo
por el obispo de cada localidad; denunciamos los privilegios fiscales,
económicos y culturales otorgados a la Iglesia Católica por parte del Estado y
que constituyen una quiebra de, principio constitucional de igualdad de todos
los españoles ante la ley; se acabó regalar cada año a la Iglesia Católica
11.000 millones de euros, etc.
Sin
embargo, el PSOE tiene una mordaza en su boca también en materia confesional.
Durante todos sus años de gobierno, durante los últimos ocho años de Gobierno
bajo Zapatero, no solo no han denunciado el Concordato o los Acuerdos con el
Vaticano, sino que han concedido más privilegios y ventajas de todo tipo a la
Iglesia Católica. Como
botón de muestra, Zapatero y el PSOE incrementaron del 0,52% al 0,7% la partida
destinada a la Iglesia Católica a través del IRPF, con resultados bastante
espectaculares desde el primer año en beneficio de la Iglesia Católica. Rubalcaba,
por su parte, no sabe/no contesta.
El PSOE sigue siendo aún de escaso fiar. Las palabras deben
estar avaladas siempre por los hechos, y sus hechos constatados hasta ahora en
materia aconfesional casan poco y mal con las declaraciones de Valenciano y
Rodríguez. Si un día quedan patentes los hechos, la palabra socialista volverá
a ser creída y respetada sin ambages.
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