PAREMOS LA AGENDA DEL
COMERCIO
DE LAS MULTINACIONES DE LA UE
Seattle to Brusselles Network,
Nuestro mundo no está en venta:
El Presidente Obama, el Presidente del Consejo de la UE Van
Rompuy y el Presidente Barroso de la Comisión Europea se comprometieron el 13
de Febrero para empezar las negociaciones sobre comercio e inversión entre UE y
EEUU, lo que puede afectar gravemente los derechos sociales, laborales y
medioambientales de ambos lados del Atlántico y profundizar la liberalización
del comercio y la inversión mundial.
El 13 de Febrero el
Presidente de los EEUU Barak Obama, el Presidente del Consejo Europeo Herman
Van Rompuy y el Presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso lanzaron
una declaración anunciando que “los Estados Unidos y la Unión Europea iniciarán
cada uno los procedimientos necesarios para impulsar las negociaciones de
Colaboración de Comercio e Inversión Transatlántica”, basadas en el informe que
se realizó el día 12 de Febrero, y que había sido encomendado en 2011 a “El
Grupo de Trabajo de Alto Nivel de EEUU y UE”.
El informe fija objetivos
“ambiciosos” a la manera de la liberalización clásica, como “un paquete de
acceso al mercado que va más allá de lo que los Estados Unidos y la UE habían
alcanzado en previos acuerdos comerciales y de liberalización de la inversión y
la provisión de protección, basándose en los más altos niveles de
liberalización y los más altos estándares de protección que ambas partes habían
negociado hasta la fecha”.
Esta agenda, diseñada por los
lobbies y negociada a puerta cerrada, puede tener un impacto dramático en la
vida de las personas y sus empleos, y en la libertad política para hacer
posible políticas públicas legítimas, como se ha venido documentando y
condenando por las organizaciones civiles en las últimas décadas. Facilitar la
circulación de mercancías, capital y servicios significa una mayor competición
entre los trabajadores y los agricultores, lo que significa mayor poder
corporativo y más ataques agresivos y neoliberales a los derechos humanos,
laborales y sociales, como la salud, la educación, el agua, la vivienda, etc.
“Convergencia regulatoria” y supra-gobernanza de la UE-EEUU.
Sin embargo, la recomendación
central del informe es “ educir el costo asociado con las diferencias
regulatorias a través de la promoción de una mayor compatibilidad, incluyendo,
si es apropiado, la armonización de las futuras regularizaciones”. Esto ha sido
aceptado ya por los gobiernos europeos que declararon en la Cumbre de la UE (8
de Febrero 20013) que deseaban una mayor convergencia regulatoria
transatlántica. Esta fue la respuesta a la declaración de la Comisión para la “coordinación entre los negociadores y
reguladores, entre las diferentes formaciones del Consejo y los comités del
Parlamento Europeo así como entre la UE y los niveles de los Estados miembro.
Nuestros socios sólo mostrarán flexibilidad ante los cambios regulatorios que
queremos de ellos si nosotros también somos capaces de mostrar flexibilidad por
nuestra parte”. Y la Comisión añade:
“Esto no significa degradar las normas de la UE y sus standars”, pero puede que
sea precisamente ¡lo único que signifique!.
“Los costos asociados con las
diferencias regulatorias” apunta básicamente a todas las áreas donde la
legislación europea y estadounidense difieren, lo que es prácticamente todo.
Las políticas comerciales de EEUU y la UE se han caracterizado siempre por el
secretismo y las negociaciones anti-democráticas influenciadas poderosamente
por los lobbies, la corrupción y los conflictos de intereses. Y ahora nuestros gobiernos están de acuerdo
en que tal proceso debería ser capaz de decidir por todos y en temas y
problemas presentes y futuros. ¿Políticas sanitarias y de alimentación?
¿Criterios laborales y medioambientales? ¿De manera que sean iguales en la UE y
EEUU?. ¿Vamos a aceptar la convergencia con los normas de EEUU sobre los
productos modificados genéticamente, las leyes laborales y de privacidad? ¿Y
van los trabajadores de EEUU a continuar aceptando la degradación del trabajo y de las normas medioambientales
de la que hacen uso las corporaciones de la UE, incluso si violan las leyes de
los EEUU?
Las charlas multilaterales en
la OMC han estado en punto muerto durante más de una década debido a las
demandas incompatibles entre los países “desarrollados” (que piden una mayor
liberalización) y los países “en desarrollo” (que demandan reformas y
reparaciones por los acuerdos injustos del pasado). El informe deja claro que
el acuerdo entre la UE y EEUU es una manera de rodear este problema al crear el
mayor mercado del mundo sobre la Tierra e imponiendo después su nivel de
liberalización comercial al resto del mundo: Dado el tamaño y la influencia de
esta colaboración transatlántica (ellos deben) “contribuir al desarrollo de las
reglas globales que puedan reforzar el sistema de comercio multilateral”.
El Comercio habla, pero no sólo de Comercio.
Como se ha dicho más arriba,
las negociaciones “ambiciosas” y en secreto pueden limitar mucho la capacidad
de los pueblos para tomar medidas públicas y legítimas en todas las áreas
políticas (social, medioambiental, fiscal, regulación financiera…) cuyo
objetivo es garantizar que se cumplan unos derechos universales. El informe
especifica que su objetivo es reducir los costes innecesarios y los retrasos
administrativos que provengan de la
regulación, mientras se consiguen los niveles de salud, seguridad y protección
medioambiental que cada parte considere necesarios, o de otra manera,
consiguiendo objetivos regulatorios legítimos.
Esta débil recomendación se
traducirá como mucho en una declaración no vinculante en el preámbulo del
acuerdo, así que este es uno de los muchos argumentos por los que la sociedad
civil se opondrá a estas negociaciones neoliberales del comercio libre.
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