lunes, 15 de abril de 2013

Paremos la Agenda del Comercio de las Corporaciones de la UE


PAREMOS LA AGENDA DEL COMERCIO
DE LAS MULTINACIONES DE LA UE
Seattle to Brusselles Network,
Nuestro mundo no está en venta:


El Presidente Obama, el Presidente del Consejo de la UE Van Rompuy y el Presidente Barroso de la Comisión Europea se comprometieron el 13 de Febrero para empezar las negociaciones sobre comercio e inversión entre UE y EEUU, lo que puede afectar gravemente los derechos sociales, laborales y medioambientales de ambos lados del Atlántico y profundizar la liberalización del comercio y la inversión mundial.

El 13 de Febrero el Presidente de los EEUU Barak Obama, el Presidente del Consejo Europeo Herman Van Rompuy y el Presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso lanzaron una declaración anunciando que “los Estados Unidos y la Unión Europea iniciarán cada uno los procedimientos necesarios para impulsar las negociaciones de Colaboración de Comercio e Inversión Transatlántica”, basadas en el informe que se realizó el día 12 de Febrero, y que había sido encomendado en 2011 a “El Grupo de Trabajo de Alto Nivel de EEUU y UE”.

El informe fija objetivos “ambiciosos” a la manera de la liberalización clásica, como “un paquete de acceso al mercado que va más allá de lo que los Estados Unidos y la UE habían alcanzado en previos acuerdos comerciales y de liberalización de la inversión y la provisión de protección, basándose en los más altos niveles de liberalización y los más altos estándares de protección que ambas partes habían negociado hasta la fecha”.

Esta agenda, diseñada por los lobbies y negociada a puerta cerrada, puede tener un impacto dramático en la vida de las personas y sus empleos, y en la libertad política para hacer posible políticas públicas legítimas, como se ha venido documentando y condenando por las organizaciones civiles en las últimas décadas. Facilitar la circulación de mercancías, capital y servicios significa una mayor competición entre los trabajadores y los agricultores, lo que significa mayor poder corporativo y más ataques agresivos y neoliberales a los derechos humanos, laborales y sociales, como la salud, la educación, el agua, la vivienda, etc.

“Convergencia regulatoria” y supra-gobernanza de la UE-EEUU.

Sin embargo, la recomendación central del informe es “ educir el costo asociado con las diferencias regulatorias a través de la promoción de una mayor compatibilidad, incluyendo, si es apropiado, la armonización de las futuras regularizaciones”. Esto ha sido aceptado ya por los gobiernos europeos que declararon en la Cumbre de la UE (8 de Febrero 20013) que deseaban una mayor convergencia regulatoria transatlántica. Esta fue la respuesta a la declaración de la Comisión para la  “coordinación entre los negociadores y reguladores, entre las diferentes formaciones del Consejo y los comités del Parlamento Europeo así como entre la UE y los niveles de los Estados miembro. Nuestros socios sólo mostrarán flexibilidad ante los cambios regulatorios que queremos de ellos si nosotros también somos capaces de mostrar flexibilidad por nuestra parte”.  Y la Comisión añade: “Esto no significa degradar las normas de la UE y sus standars”, pero puede que sea precisamente ¡lo único que signifique!.

“Los costos asociados con las diferencias regulatorias” apunta básicamente a todas las áreas donde la legislación europea y estadounidense difieren, lo que es prácticamente todo. Las políticas comerciales de EEUU y la UE se han caracterizado siempre por el secretismo y las negociaciones anti-democráticas influenciadas poderosamente por los lobbies, la corrupción y los conflictos de intereses. Y ahora nuestros gobiernos están de acuerdo en que tal proceso debería ser capaz de decidir por todos y en temas y problemas presentes y futuros. ¿Políticas sanitarias y de alimentación? ¿Criterios laborales y medioambientales? ¿De manera que sean iguales en la UE y EEUU?. ¿Vamos a aceptar la convergencia con los normas de EEUU sobre los productos modificados genéticamente, las leyes laborales y de privacidad? ¿Y van los trabajadores de EEUU a continuar aceptando la degradación  del trabajo y de las normas medioambientales de la que hacen uso las corporaciones de la UE, incluso si violan las leyes de los EEUU?

UE-EEUU y más allá (Canadá, Japón, …) – en punto muerto sobre la OMC.
Las charlas multilaterales en la OMC han estado en punto muerto durante más de una década debido a las demandas incompatibles entre los países “desarrollados” (que piden una mayor liberalización) y los países “en desarrollo” (que demandan reformas y reparaciones por los acuerdos injustos del pasado). El informe deja claro que el acuerdo entre la UE y EEUU es una manera de rodear este problema al crear el mayor mercado del mundo sobre la Tierra e imponiendo después su nivel de liberalización comercial al resto del mundo: Dado el tamaño y la influencia de esta colaboración transatlántica (ellos deben) “contribuir al desarrollo de las reglas globales que puedan reforzar el sistema de comercio multilateral”.

El Comercio habla, pero no sólo de Comercio.
Como se ha dicho más arriba, las negociaciones “ambiciosas” y en secreto pueden limitar mucho la capacidad de los pueblos para tomar medidas públicas y legítimas en todas las áreas políticas (social, medioambiental, fiscal, regulación financiera…) cuyo objetivo es garantizar que se cumplan unos derechos universales. El informe especifica que su objetivo es reducir los costes innecesarios y los retrasos administrativos  que provengan de la regulación, mientras se consiguen los niveles de salud, seguridad y protección medioambiental que cada parte considere necesarios, o de otra manera, consiguiendo objetivos regulatorios legítimos.

Esta débil recomendación se traducirá como mucho en una declaración no vinculante en el preámbulo del acuerdo, así que este es uno de los muchos argumentos por los que la sociedad civil se opondrá a estas negociaciones neoliberales del comercio libre.



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