Roberto, Marisa, Mario,
Juanjo, Alberto, Daniel y otras personas
que no aparecen en las fotos han estado acompañando un rato a Marisol y al
perroflauta motorizado. Marisol ha confeccionado un bonito cartel que irá
recordando día a día cuántos días quedan para que se cumpla un año de estancia
en el portal de la Consejera aragonesa de Educación.
Juan de Mairena se hace hoy
especialmente presente en el portal. Beethoven le acompaña, interpretando la 5ª
Sinfonía, que penetra muy hondo en el alma del perroflauta motorizado.
Juan de Mairena lee mi mente y la suya a la
vez y dice:
“Hoy miles de rostros se acumulan en mi memoria, todos ellos
relacionados con estos once meses y pico en el portal. ¡Cuántas personas! ¡Cuántas situaciones! Se
acerca cada rostro, uno a uno; algunos
nítidos, otros, en cambio, borrosos y fugaces. Hola, hola, hola…
A veces te he visto cara a cara y ha
resultado un placer compartir contigo unos minutos de mi vida. Todos los demás
encuentros derivan de esta situación que permite mirarnos directamente a los
ojos y preguntar cómo nos va. Apareciste en el palpitar vívido de unos segundos
o minutos, compartidos por ambos. Pude intuir como te encontrabas por el brillo
de tus ojos, el vacilar de tus palabras, tus gestos, tu cara y algunos otros
detalles, casi imperceptibles.
En ese cara a cara me sentí bien y te hiciste completamente real, incluso
más real que yo mismo, aunque yo creo conocerme mejor. Sin embargo, hasta ese
“conocerme mejor” requiere reflexión, un volverme hacía mí mismo, pues yo no
puedo percibirme directamente, como cuando estoy con otro, contigo, cara a
cara. Tú has sido un regalo permanente a mi alcance mientras estabas allí, y tu
disponibilidad era directa, continua y previa a cualquier reflexión. En cambio,
“lo que yo soy” no está a mi alcance. Para que así ocurra es preciso que me
detenga y lleve deliberadamente la atención a mí mismo. Más aún, a veces mi
propia percepción es debida a la actitud hacia mí que demuestras al estar delante.
En este sentido has sido en cada encuentro un espejo de mí mismo. ¡Gracias!
Por otra parte, yo te percibo también por medio de esquemas “tipificadores”
o de rasgos generales (hombre, español, adulto, culto, casado...) aun en la
situación “cara a cara”. Y tú haces lo mismo conmigo (hombre, ex profesor,
perroflauta, motorizado…). Precisamente por ello, también estos esquemas con
que nos “clasificamos” entran en “negociación” continua incluso cuando se trata
de una situación “cara a cara”. Esta clasificación es en cierto modo el inicio
de un cierto anonimato, aunque también es algo inevitable.
Otras veces, en cambio, el encuentro ha estado más o menos alejado de la
situación “cara a cara”. De hecho, has
aparecido alguna vez en el portal, hemos pasado unas horas allí y espero en la
distancia volver a encontrarte más veces; o apenas te recuerdo ahora, aunque
hace semanas o meses hayamos estado alguna mañana también más o menos cara a
cara; o simplemente sé de tu existencia como ser humano concreto y espero
conocerte y verte cara a cara, aunque de momento solo pueda saber de ti dentro
de un conjunto anónimo (como miembro o perteneciente a un sindicato, una
organización, hermano de un amigo, trabajador e una empresa o desempleado…).
¿A cuántas decenas de miles de personas he visto desfilar durante once
meses y pico ante el portal de la Consejera sin que se haya cruzado una mirada,
una palabra o un leve gesto de complicidad y de acuerdo? ¿Cuántas personas se
han acercado al portal para solidarizarse, infundir ánimos, conversar y estar?
¡Tantas! ¡Tantas!
Cada día transcurrido en ese portal ha sido un flujo continuo de
encuentros, que se vuelven imborrables o progresivamente anónimos en la medida que se alejan del “aquí y ahora”, de la
situación “cara a cara”.
La estancia en el portal es en cierto modo la suma total de estos
encuentros.
¡Gracias a tod@s! Un fuerte abrazo”.
Juan de Mairena se sonríe y
me sonríe después de haber estado hablando tanto tiempo. Beethoven se cuela,
contento, dentro de mi iPhone.
Esta canción es para ti, si
la quieres (estamos en plena línea de fuego…)
Hasta mañana
Bonito texto y canción.
ResponderEliminarNo me olvido de ti compañero.
No vemos pronto!