Diario de un perroflauta motorizado, 81

Viernes, 20, último día de la 16ª semana. El lunes entraré en el quinto mes consecutivo en el portal de la Consejera de Educación del Gobierno de Aragón.

Jornada marcada por la llegada de mis amigos de hace muchos años Lola y Antonio, los ”Pekos”, excelentes personas y amigos, que tanto me han apoyado en años duros y difíciles, con los que tengo un vínculo de amistad como pocas veces regala la vida. Han venido con Roberto, a quien he tenido el gusto de conocer y conversar amigablemente. 

Antes, saludando como cada mañana a Venancio, el perroflauta lo ha encontrado escribiendo en un cartón con un rotulador.

P. ¿Qué, Venancio, escribiendo poemas?

V. No, es como un encargo de unos jóvenes rumanos.

(Venancio lleva escrito ya en el cartón “No tengo trabaj”)

 P. ¿Y qué estás escribiendo?

 V. Pues lo de siempre “No tengo trabajo. Necesito una ayuda”. No lo hago por gusto, pero hay que estar bien con la gente. Necesito protección, sobre todo por la noche.

 P. ¿Dónde duermes, si te lo puedo preguntar?

 V. En un cajero de la calle X, paralela a la calle del Carmen. Imagínate que no tengo protección allí por la noche y lo que me puede pasar. Si les hago un favor, ellos en lugar de perjudicarme, me protegen.

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Hasta el próximo día.