Publicado hoy en El Periódico de Aragón
El tenderete del PP cada vez es menos temporal, pues su
clientela parece eterna. Llueva, hiele o bajo un sol de castigo, votan sus
fieles como si se tratase de un sagrado exvoto a los dioses. En el tenderete
del PP solo hay vendedores al por menor y sus mercancías duran más o menos,
según convenga al mercadillo central de la madrileña calle Génova, por lo que
en el prospecto de los productos se dice que cuando no responden al programa
general, ello es debido a que el PP solo piensa en el bien general de España,
incluidas las amnistías fiscales y los indultos indiscriminados.
El tenderete del PP se monta y desmonta en un plisplás, a
tenor de lo que convenga en la calle Génova. En la operación se destruyen
discos duros y pruebas en general, se niega lo evidente, se recurre
sistemáticamente al “y tú más” y los productos corrompidos se tapan con la opaca
lona de la invocación a la transparencia y las indemnizaciones en diferido al
ladrón que ha convivido en la misma cueva. Lo más importante es que al vendedor
de turno, si miente, no se le mueva un solo músculo de la cara, y si es
preciso, que explique las bondades de una mercancía a través de una pantalla de
plasma.
Solo están permitidas unas cuantas melodías en el
tenderete del PP: por ejemplo, “sí a la vida” y “lo privado funciona mejor que
lo público”, que, repetidas machaconamente, quedan troqueladas en el cerebro de
los clientes, que rara vez se percatan de que se trata de falacias. Vida no es
solo poder respirar, comer y defecar, sino no vivir y morir en pleno invierno
en una tubería (como Luis, de 67
años, en Zaragoza), poder comer, cenar y desayunar cada día, poder comprar a
los hijos unas zapatillas, un jersey o los libros de texto, tener un trabajo
decente o poder cuidar a un ser humano altamente discapacitado. La megafonía
del PP tampoco ha explicado ni demostrado jamás que sus privatizaciones generen
otra cosa que más desempleados, aumento del trabajo precario y disminución de
la calidad del servicio. En el tenderete del PP no hacen falta explicaciones y
demostraciones, pues cuentan con sesudos especialistas y asesores en falacias,
que hacen danzar al mundo entero al son del frufrú de las sotanas y del
incesante recuento de los billetes de quinientos.
En el tenderete del PP hay también curiosos que merodean
los puestos de venta sin un duro en el bolsillo. Son parados de larga duración,
titulados universitarios en vano o personas dispuestas a vender su alma por un
puesto de trabajo. En el tenderete del PP se les inculca la fofa esperanza de
que ya se está creando puestos de trabajo y que el 2014 será el año del
crecimiento y la creación de empleo. Ingenuos, no pocos se lo creen, por lo que
se convierten en víctimas del timo de la estampita: diariamente desaparecen
puestos de trabajo fijos, indefinidos y sujetos a convenio, y a cambio ofrecen
trabajos mal pagados, carne de precariedad y explotación, a los que llaman
cínicamente “empleo”. En poco más de dos años, las gaviotas se han convertido
en buitres carroñeros, las palabras más valiosas (trabajo, educación, sanidad,
jubilación, atención al dependiente…) han perdido su significado originario
(ahora parecen globos deshinchados) y el país entero se ha convertido en un
enorme tenderete de ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres.
El país donde está montado el tenderete del PP está
habitado por gente olvidadiza, todo un dechado de muelle resignación. España es
históricamente el país donde menos se reclama por un problema comercial o de
consumo y ahora es también el país que más aguanta carros y carretas del mundo. Los señores del tenderete
nos están esquilmando los derechos más elementales, han demolido los cimientos
mismos del antiguo estado de bienestar, pero aquí no se mueve ni dios, por
miedo, comodidad, desconfianza o pasotismo.
Últimamente, los accesos al mercadillo del PP están
francos y carecen de obstáculos porque el otro partido mayoritario, el PSOE, se
encarga de ello. Ambos partidos participan de similares condonaciones de sus
deudas por parte de la banca (¿a cambio de qué?). El PP difícilmente ha podido
tener más embrollos desde que está en el poder, pero sigue a la cabeza en las
encuestas de intención de voto, pues el PSOE parece carecer de ideas, ideales,
líderes y propuestas de izquierdas. Los sindicatos igualmente mayoritarios
sacan los cuernos al sol para hacer alguna declaración crítica en los medios y
después vuelven a recogerse en su concha, sin molestar ni hacer ruido en el
tenderete.
Lo
que mejor funciona en el tenderete del PP es el orden de la cachiporra. O te
quedas en casa o compras sin rechistar lo que hay en su tenderete. De lo
contrario, corres el riesgo de que te caiga una multa o un cachiporrazo. Doy fe
de ello.
Leo con frecuencia sus artículos en Diario del Aire, y últimamente no es posible insertar, al menos desde mi ordenador, ningún comentario. He conseguido dar con su portal. Me decido a escribirle desde Getafe expresándole mi gratitud, admiración y respeto por su acción diaria de denuncia, delante del portal de la consejera de Educación del Gobierno de Aragón, en contra de los recortes en educación a los que estamos sometidos los ciudadanos de este país.
ResponderEliminarAlgo personal, mi enhorabuena por el nacimiento de su nieto, Daniel. Me he emocionado leyendo el artículo del “perro flauta motorizado” número 149. No comparto la expresión, “perro flauta”, todo no pude compartirse.
Un cordial saludo, Andrés.
Leo con frecuencia sus artículos en Diario del Aire, y últimamente no es posible insertar, al menos desde mi ordenador, ningún comentario. He conseguido dar con su portal. Me decido a escribirle desde Getafe expresándole mi gratitud, admiración y respeto por su acción diaria de denuncia, delante del portal de la consejera de Educación del Gobierno de Aragón, en contra de los recortes en educación a los que estamos sometidos los ciudadanos de este país.
ResponderEliminarAlgo personal, mi enhorabuena por el nacimiento de su nieto, Daniel. Me he emocionado leyendo el artículo del “perro flauta motorizado” número 149. No comparto la expresión, “perro flauta”, todo no pude compartirse.
Un cordial saludo, Andrés.
Gracias, Andrés. Caminamos juntos por los mismos ideales. Salud y abrazo
ResponderEliminarAntonio