domingo, 7 de diciembre de 2014

13 exorcismos, mucho asco y aún más horror.


Leo con asco y con horror que el arzobispado de Burgos no ha tenido otro remedio que admitir que una menor (actualmente tiene 18 años) fue sometida a exorcismo (al parecer, trece sesiones) a manos de un “exorcista legítimamente nombrado" por su obispo. ¿El motivo? Aquella muchacha era anoréxica (dejó de comer, según ella, “por hacer penitencia”), padecía de ansiedad, se intentó suicidar y sus papás (pertenecientes a la secta católica “Milicia de Santa María, fundada hacia finales de los 50 por el jesuita Tomás Morales, actualmente en trámites de canonización) interpretaron que era un caso de “posesión diabólica” y fueron persuadidos por el párroco de una iglesia burgalesa para someter a su hija a sesiones de exorcismo.
(Llama la atención cómo el arzobispado de Burgos intenta sutilmente en una nota hacer responsables a los padres de la muchacha del diagnóstico, así como de la decisión de empezar y acabar el exorcismo. ¡Sepulcros blanqueados!)
El arzobispado de Burgos afirma en la nota que el exorcismo es a) una práctica religiosa que se ha mantenido en la tradición de la Iglesia b) un derecho de todos los fieles, c) el exorcista estaba "legítimamente nombrado" por su obispo y d)  el obispo es quien valora la oportunidad de realizar el exorcismo.
La ignorancia de esa gente, su afán por dominar y manipular las mentes, conducen a presentar la anorexia no como un trastorno psicogénico de la alimentación, sino como un caso de posesión satánica. Basta asimismo con tener unos conocimientos básicos de la ansiedad para intentar ayudar a quien padece algunos trastornos derivados de la misma en lugar de sepultarla en un pozo de supersticiones cada vez más hondo.

He tenido el mal gusto de visitar el sitio web oficial de la Milicia de Santa María. He redoblado mi mal gusto visitando el sitio web oficial del “Padre Tomás Morales S.J.”.  (¡Qué manía tienen algunos clérigos con fundar todo tipo de congregaciones, asociaciones y milicias!). Tras ello, se explica mejor el horror padecido por aquella muchacha y el asco que, mientras escribo, aún permanece en mi estómago.

3 comentarios:


  1. No se les debe acusar de delito contra la salud, a los padres y a los curas?? Son perversos y sádicos.

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  2. Sería imposible acusarles de nada. La chica, áun siendo menor era los suficientemente mayor (16 ó 17) como para tomar una decisión por su cuenta. Los padres que tienen la patria potestad estaban de acuerdo. Para demostrar que no hubo un consentimiento firme, habría que demostrar que o bien los padres o la chica estaban enajenados. En el caso de la chica, quizás hay alguna posibilidad, pues la anoréxia es una enfermedad, pero aún así sería muy difícil demostrar que por la anoxeria no tiene consentimiento. A fin de cuentas, los mayores de 16 son menores para votar, pero también mayores para muchas otras cosas, como la mayoría de edad penal, tener relaciones sexuales consentidas, casarse o abortar por su cuenta sin decírselo a nadie también. Al final, como todo, forma parte del vive y dejar vivir de una sociedad diversa y plural. O como dice mi madre, hay gente pà tó.

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