martes, 2 de diciembre de 2014

Diario de un perroflauta motorizado, 396

 Mañana, 3 de diciembre, es el Día de las Personas con Discapacidad. Por eso voy mañana al Colegio “Gloria Fuertes”  de Andorra (Teruel), un ejemplar Centro de Educación Especial. Podéis hacer una visita a su web en http://www.colegiogloriafuertes.es. Por eso también hablaré por la tarde de discapacidades con la gente de Andorra. El título de la charla: “YO PUEDO. ¿TÚ PUEDES? No solo con la mente, sino también con el corazón”.


¿Y quién es capaz o discapaz?, comenta Vigotsky con el perroflauta motorizado. Juan de Mairena responde a la pregunta sin haber sido preguntado: “Todos, en un sentido. Ninguno, en ese mismo sentido”. Desfilan por los senderos de mi memoria los recuerdos de mi supuesta discapacidad física y los momentos en que decidí por la superación de los obstáculos. ¡Qué falacia tan mayúscula tragarse la propia discapacidad! ¡Qué proyección tan ambigua de un@ mism@ asumir los parámetros sociales sobre la discapacidad! ¿Capaz, para qué? ¿Discapaz, para qué? ¿Qué mente o qué dedo mágicos dictaminan dónde empieza y acaba la capacidad y la discapacidad de los seres humanos que habitan una ciudad, una sociedad, el planeta Tierra? Nunca me he sentido más capaz como hoy me siento discapaz. Nunca me he sentido más discapaz como hoy me siento capaz.
Mi mayor motivo de satisfacción es haber hallado la clave de la felicidad: intentar cada día acariciar la coincidencia entre lo que puedo, lo que quiero, lo que debo, lo que soy y lo que hago.
Hoy hemos tenido frío. El invierno ha hecho su aparición sin llamar a la puerta. Ya están entregados a mi abogada, Paula Hormigón, los escritos de los participantes que han redactado su testimonio de lo acontecido el 3 de junio.





Hasta cuando pueda volver a escribir este Diario.



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