miércoles, 10 de diciembre de 2014

Diario de un perroflauta motorizado, 402

Mientras me peino al salir de la ducha, el vapor del espejo me devuelve la imagen de mí mismo. La borrosa verdad penetra hasta el rincón más recóndito de mi conciencia: sigo siendo exactamente el mismo de ayer, eso sí, un día más viejo.
Veo después tras la ventana que está saliendo el sol como cada día, que hay nubes grises en el cielo como cada día, que la niebla espesa cubre la ciudad. La naturaleza se renueva, se recrea a sí misma. La mirada ante el espejo me devuelve el mensaje de lo sustantivo: yo soy yo, y hoy es un período de tiempo en el que sigo estando en mis manos, decidiendo el rumbo y los pasos, las metas y los posibles aciertos y desaciertos de otras veinticuatro horas.
Precisamente lo que nos diferencia a los humanos de otros seres es el hecho de ser nuestro propio producto, nuestro propio resultado. Los cambios nunca son automáticos ni dependen  esencialmente del azar o de la mejor o peor suerte del momento. Decido libremente permanecer anquilosado y paralizado, o dirigir la quilla del barco hacia la utopía. Puedo hacer de hoy una piltrafa, un fruslería o una realidad relativamente coherente y honrada, plena, intensa y densa.
Pienso que soy responsable también de mi entorno, de las venturas y las desventuras de no pocos, de la naturaleza herida o limpia, de la paz o de la guerra, de la amistad o de la mirada hosca. Soy responsable de la sociedad que nace cada día y de los valores que alimentan sus arterias. Soy responsable de mi propia responsabilidad.
Demasiado infantil mirar sistemáticamente a mi alrededor para lavarme las manos, echar la culpa al otro, encontrar tramposas coartadas que hagan creerme liberado de cargas. La vida no permite ser neutral.
Acabo de afeitarme y me dispongo a ver el correo electrónico en mi ordenador. Veo que el Huffington Post me avisa de que hoy ha salido mi artículo ¿Pero quién en su sano juicio aún dice a estas alturas que el Estado español es aconfesional? Y escribo todo esto… hasta que llego al portal de la Consejera aragonesa de Educación, como cada mañana. Hablo antes con mi amigo Luis (Aurrera beti!) y van acudiendo entrañables compañer@s de portal y de esperanza. Sí, sí, siempre Aurrera beti!, ¡siempre adelante!




Susana me envía un whatsap con un cartel que convoca a una asamblea de Podemos Enseñanza. Zaragoza. Tod@s estamos invitad@s.


Ya no soy candidato, no estoy en la lista y no formo parte de la candidatura de Maru Diaz para el Consejo Ciudadano de Podemos. Por si no me he enterado, una chica bastante atractiva me lo recuerda.



Va especialmente por ti, Marisol


Hasta mañana




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