miércoles, 17 de diciembre de 2014

Diario de un perroflauta motorizado, 407

Mañana polícroma, con una señora preguntando a gritos destemplados de qué comen los de la pública si estamos allí “en defensa de la escuela pública”. Como compensación han llegado nuestr@s querid@s compañer@s de http://www.educatribu.net y nos han alegrado la mañana.



Hoy he recibido dos ejemplares del nº 80 de la excelente revista Libre Pensamiento, donde se publica un artículo que me habían solicitado (páginas 74 y siguientes) titulado: “Crónica de una denuncia ininterrumpida durante año y medio por la escuela pública y laica”.


Como la revista y el artículo aún no están en Internet, dejo esta evocadora canción, copio y pego el artículo y me despido hasta mañana.




CRÓNICA DE UNA DENUNCIA ININTERRUMPIDA DURANTE AÑO Y MEDIO POR LA ESCUELA PÚBLICA Y LAICA


Desde principios del mes de junio del año 2013, Antonio Aramayona, profesor de filosofía jubilado acude diariamente en su silla de ruedas con otros compañeros y compañeras al portal de la vivienda de la Consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Mª Dolores Serrat Moré, en defensa de la escuela pública y laica y en contra de los recortes perpetrados en el ámbito educativo desde esa Consejería. El autor nos relata el día a día, los muchos avatares que han ido sucediendo y la resistencia noviolenta y cívica que lleva a cabo diariamente desde principios del verano de 2013.



Hola, soy el “perroflauta motorizado”
El 3 de junio de 2013 fui al portal de la vivienda de la Consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deportes del Gobierno de Aragón, María Dolores Serrat, esgrimiendo como única arma un cartel que reivindica la escuela pública y laica, y denuncia los recortes perpetrados en educación desde esa Consejería. Meses antes había habido un escrache en las inmediaciones del domicilio de la Consejera en protesta contra los recortes en becas de comedor escolar, del que salieron varios detenidos, sancionados y llevados posteriormente a un juicio que quedó en nada por incomparecencia final de la señora Consejera.
Como voy en silla de ruedas desde hace siete años, a los pocos días, Fernando Soler,  un buen amigo médico y cargo directivo de DMD (Derecho a Morir Dignamente) me puso el nombre de “perroflauta motorizado”, que porto muy a gusto hasta la fecha.

Los antecedentes
Unos meses antes, un grupo de zaragozanas y zaragozanos habíamos estado ocupando semanalmente alguna entidad financiera de la ciudad, pues nos parecía que aguantar diariamente la situación socioeconómica del país sin hacer nada, resultaba insostenible para nuestros ánimos y nuestras almas. Algunos bancos se mostraban bastante tolerantes, considerando que las personas manifestantes dentro del banco lo hacíamos en silencio, mostrando solo unos carteles (“Auditoría a los responsables de la crisis”, “Deuda de bancos no es deuda del pueblo”, “La deuda pública ilegítima es inaceptable”, “Banca pública”, etc.). Otros bancos, en cambio, llamaban enseguida a la policía para echar a los manifestantes de la entidad financiera.
Por aquellas fechas, en plena búsqueda de acciones contundentes y noviolentas contra la política gubernamental española, europea y mundial, Toni Gabaldón, otro buen amigo de ATTAC TV España, con el que hablo de vez en cuando por Internet, me envió un artículo de Jean Ziegler, Vicepresidente de Derechos Humanos de la ONU y autor, entre otros, del magnífico libro Destrucción Masiva. Geopolítica del hambre (Península), donde tras analizar la situación económica dominante en el mundo, recomienda “ocupar masivamente los bancos, nacionalizarlos y confiscar las arrogantes riquezas robadas por los especuladores financieros”. La idea fue madurando en mí y acabó en una pregunta que no podía quitarme de encima: ¿por qué solo las entidades financieras? En cualquier caso, ¿a qué estamos esperando?
Leí en el artículo de Ziegler que vivimos en un “orden mundial criminal y caníbal”, donde los especuladores financieros deciden de forma legal (las leyes y las principales instituciones están al servicio de los señores del dinero) quién va a morir de hambre y quién no. De hecho, Ziegler señalaba que la crisis tiene unos culpables y responsables que hay que denunciar, auditar y juzgar ante un Tribunal similar al de Nüremberg. No es de recibo, por ejemplo, que contando con los recursos agroalimentarios suficientes para alimentar al doble de la población mundial actual, casi una quinta parte de los seres humanos sufra y muera de hambre e infraalimentación.

La desobediencia civil va abriéndose camino
El campo reivindicativo fue así ampliándose, a la vez que iban habitando en mi interior cada vez más personas iniciadoras del movimiento de desobediencia civil como Thoreau, Gandhi o Mandela, hasta que un día decidimos una veintena de personas citarnos dos veces a la semana en la céntrica plaza de España en Zaragoza para convertirla en una concentración similar a la de “Plaza de las Madres de Mayo”, donde cada uno podía reivindicar y denunciar lo que deseare mediante carteles y siempre en silencio y desde la noviolencia.  El grupo fue consolidándose, pero personalmente veía que aquello adolecía de falta de contundencia, pues el poder y las fuerzas que están al servicio de su “orden”, ni siquiera se sentían concernidas ni denunciadas. En resumidas cuentas, entre una veintena y una treintena de personas de enorme corazón y generosos ideales se estaban convirtiendo, a pesar de sus deseos y planes,  en un espectáculo folclorista más de la ciudad, que suscitaba las simpatías de unos, las fobias de otros y la indiferencia general de la mayoría.

Centrando la lucha en la educación
La evolución interior desembocó ese tres de junio de 2013 en el portal de la vivienda de la Consejera de Educación del Gobierno de Aragón. Nunca había hecho algo parecido en solitario y estaba lleno de incertidumbre. He dedicado gran parte de mi vida a la educación mediante la enseñanza de Filosofía y de Ética en diversos Institutos de Secundaria de Madrid y Zaragoza, y me he considerado siempre un perpetuo aspirante a filósofo (es decir, a intentar constantemente aproximaciones al mundo y a la vida con otra mirada), por lo que he procurado siempre enseñar apasionadamente filosofía y ética (pienso que cualquier otra forma de enseñarlas sería un acto mecánico y baldío). Con gran indignación y pesadumbre iba viendo la demolición sistemática de la escuela pública y del derecho universal a la educación gratuita y de calidad en mi país y en el mundo entero. Cada mañana, al levantarme, sentía verdadero malestar, casi dolor, ante este panorama. De ahí mi resolución final: un lunes, tres de junio de 2013, estaba plantado allí, en el lado izquierdo del portal de la Consejera de Educación, sin plantearme hasta cuándo iba a permanecer allí, pero con mucha claridad sobre el porqué y el para qué de esa acción. A los pocos días fueron uniéndose otras personas en el portal, y raro es hoy el día que allí no hay un puñado de ciudadanas y ciudadanos reivindicando la escuela pública, laica y de calidad.

Recortar en derechos es una acción des-humanizadora
El derecho universal a la educación, al igual que todos los demás derechos recogidos en la Carta Universal de los Derechos Humanos son simplemente un re-conocimiento de un hecho fundamental: son esos derechos los que expresan y constituyen la humanidad misma de todos y cada uno de los seres humanos; dicho de otro modo, sin esos derechos (alimentación, vivienda, sanidad, educación, libre opinión y libertad de expresión, reunión y manifestación, autodeterminación, libertad de conciencia, etc.) el ser humano queda privado de los elementos primordiales que lo constituyen como humano y queda sometido a un proceso de des-humanización. De ahí que los recortes realizados por el Gobierno español al dictado de la Troika ponen de manifiesto el proceso des-humanizador que está padeciendo la ciudadanía española, europea y mundial, y –por consiguiente- reivindicar los derechos humanos y las libertades cívicas fundamentales rebasa con mucho el ámbito de la acción sociopolítica, en su sentido estricto, y cobra su pleno sentido en la defensa de la humanidad misma de cada ser humano, que lo constituye como humano. Centrando la cuestión en el derecho universal a la educación y en la presencia de unos ciudadanos en el portal de una Consejera autonómica de Educación en defensa de la escuela pública y laica y contra los recortes llevados a efecto en este ámbito, es un posicionamiento diario a favor de que otro mundo es posible, libre, justo, en paz, sostenible: en resumidas cuentas, humano.

El poder manda una y otra vez a las fuerzas de su “orden”
Es fácilmente comprensible que las reacciones por parte del poder no se hicieron esperar. Las identificaciones por parte de la Policía Nacional han sido numerosas, si bien en ningún momento han sido motivo de conflicto pues se han comportado con la misma educación y civismo con que han sido tratadas por nosotros. Hacia octubre de 2103 Marisol Ibáñez y yo fuimos multados por la delegación del Gobierno con una sanción de 200 euros por “desobediencia a la autoridad” (negarnos a “obedecer las órdenes policiales” de abandonar el portal de la Consejera). Marisol recurrió la sentencia y aun se encuentra metida en los vericuetos legales de un recurso de alzada. Personalmente, además de negarme a pagar, he decidido no alegar ni recurrir esas y otras posibles sanciones venideras, pues considero que la institución sancionadora (en este caso, la Delegación del Gobierno en Aragón) está demoliendo sistemáticamente la escuela pública y laica, y está atentando directamente contra una serie de derechos humanos y libertades ciudadanas fundamentales (en este caso, el derecho a una educación universal, pública y laica, sin discriminaciones y en igualdad de condiciones). Por ello, no puedo ni quiero ni debo considerar dotados de legitimidad a estos gobernantes ni reconocer su presunta potestad de sancionar legítimamente una conductas que se limitan a defender públicamente la escuela pública y laica, y a denunciar los recortes perpetrados en este ámbito.

Otra vuelta de tuerca y más sanciones
El 3 de junio de 2014 un centenar de personas celebramos en el portal de la Consejera durante una maravillosa mañana y una maravillosa tarde el primer aniversario de nuestra presencia y nuestra reivindicación de una escuela pública y laica. La policía identificó a todo el mundo, para después acordonar una zona de una decena de metros por ambos lados de la céntrica y peatonal calle Alfonso I de Zaragoza, donde se halla el portal. Sin embargo, lejos de desistir en las celebraciones, hubo actuaciones de todo tipo y una presencia firme y alegre de todas esas personas ante el portal de la Consejera y después en las cercanías del mismo.
La reacción del poder no se hizo esperar. Al día siguiente, 4 de junio de 2014, varios coches de la policía estaban custodiando el portal de la Consejera desde primeras horas de la mañana y a los pocos minutos de mi llegada, ante mi negativa de abandonar el portal mostrando mi cartel de siempre, recibí otra sanción, cuyo monto aún no me ha comunicado la Delegación del Gobierno. Al día siguiente, por los mismos motivos, la Policía Nacional volvió a sancionar a otra compañera, Marga Ribas y a mí. Permanecimos allí hasta que finalizó el horario habitual de nuestra protesta desde el primer día, ese 3 de junio de 2013: de 11 a 13 horas, todas las mañanas del año, de lunes a viernes. 
Aquella mañana del 5 de junio de 2014, un Policía alto y mesurado, recitó impasible las nuevas directrices que le habrían comunicado por la mañana y sobre las que diligentemente nos informó: a) es deber de la policía “proteger a cualquier persona de cualquier acoso que pueda estar sufriendo” y nosotros estábamos acosando a una persona que tiene un cargo público en una institución pública; b) a partir del día siguiente, las multas iban a ser diarias; c) el importe de estas multas venideras podría ascender hasta 3.000 euros; d) no era descartable que fuera la propia Consejera quien se personase en el Juzgado para denunciarnos por acoso personal. Aquella información suponía una nueva vuelta de tuerca por parte del poder para hacernos desistir de estar cada día el portal de la Consejera de Educación. Sin embargo, nos limitamos a firmar el volante de la sanción y permanecer en el portal, como si nada nuevo hubiese ocurrido.
El 6 de junio, viernes, prensa y agencias estaban en el portal a la espera de que apareciese y ejecutase la prometida primera sanción diaria de hasta 3.000 euros, pero nadie apareció: ni un coche policial ni un solo agente a pie. El martes de la semana siguiente se despejó la incógnita: Marisol Ibáñez, Marga Ribas y yo fuimos citados para el tres de julio a un juicio por lo penal inmediato por “desobediencia a la autoridad”, al negarnos, siempre desde la racionalidad, el civismo y la noviolencia, a retirarnos del portal donde reside la Consejera aragonesa de Educación.

El juicio
El juicio se celebró a las diez de la mañana del 3 de julio de 2014 con normalidad, si bien más de un centenar de personas se dieron cita en el Edificio Fueros de Aragón de la Ciudad de la Justicia, apoyando, animando y vitoreando la libertad de expresión y la escuela pública, laica y de calidad. A los pocos días recogimos la sentencia.
Pues bien, según sentencia 305/14 del Juzgado de Instrucción nº 7 de Zaragoza de fecha 7 de julio de 2014 en relación con el Juicio de Faltas (I) 84/14, además de resultar absueltos Marga, Marisol y yo, que un ciudadano se niegue a una orden policial de irse de donde está no significa que  incurra en una falta de desobediencia a los agentes o a la autoridad.  Como piedra angular de la sentencia, se establece el reconocimiento de que la libertad de expresión, noviolenta y cívicamente ejercida en la vía pública, está por encima de la potestad sancionadora de los poderes públicos del Estado, dado que  la libertad es uno de los valores superiores y la seguridad jurídica uno de los principios configuradores del Estado de Derecho.
Siguiendo este hilo conductor, afirma la sentencia que, no siendo ningún poder público ilimitado  y estando la potestad sancionadora del Estado sujeta a unos estrictos límites, dicha potestad sancionadora se “deslegitima” si de algún modo se traspasan tales límites.

La sentencia y su alcance
Ni que decir tiene la importancia que ello tiene para el ejercicio de la libertad de expresión no solo de los tres encausados en el domicilio o despacho de un cargo público (en este caso, la vivienda de la Consejera aragonesa de Educación), sino de toda la ciudadanía que decida manifestar noviolentamente en la vía pública sus ideas, sus valores, sus reivindicaciones y sus denuncias.
Por otro lado, la sentencia establece que la desobediencia a la autoridad ha de suponer previamente que la orden de los agentes cuenta con “una base legal que la sustente”. Pues bien, dado que en el caso de la presencia de las tres personas encausadas durante más de un año en el portal de la Consejera aragonesa de Educación los agentes policiales adujeron  solo como norma legal el artículo 26 h de la Ley de Protección de Seguridad Ciudadana, dictamina el juez que no se dan en mi actuación los casos contemplados como acción contraria a la seguridad ciudadana, por lo que el magistrado no encuentra “base para la emisión de la orden recibida por los agentes”, más teniendo en cuenta el comportamiento cívico y educado que mantuvieron en todo momento tanto yo como los mismos agentes. 
Insiste la sentencia en que  tampoco ha habido vejaciones, molestias o coacciones al cargo público en cuyo portal se encontraba (concretamente, la Consejera aragonesa de Educación), ni esta ha interpuesto denuncia alguna por tal motivo, por lo que no caben medidas sancionadoras cuyo objetivo fuere prevenir la reiteración de mi conducta (permanecer diariamente en ese portal), pues no ha habido una previa denuncia por parte de la Consejera. Más aún, recuerda el magistrado que la señora Consejera aragonesa de Educación no se personó en el juicio por un escrache anterior en las inmediaciones de su domicilio y que ella misma había denunciado por vía penal, por lo que deduce algo irónicamente el juez que no parece necesaria protección alguna de una acción de la que ya antes desistió la Consejera y que ahora no pretende (hasta el momento ni ha denunciado ni se ha querellado por esta causa).

Ventanas y puertas abiertas a toda la ciudadanía
La absolución de Marga Ribas, Marisol Ibáñez y Antonio Aramayona de las faltas contra el orden público no solo refuerzan la reivindicación no violenta de los derechos y libertades fundamentales y la denuncia de las lesiones de tales derechos y libertades en la vía pública por parte de la ciudadanía , sino que ponen en cuestión el concepto mismo de “orden público” en el que sustentan a menudo sus medidas, órdenes y acciones algunas autoridades y poderes públicos del actual Gobierno.
Al mismo tiempo, abren nuevas vías, amparadas ahora legalmente, a toda la ciudadanía de ejercer pública, libre y cívicamente el derecho a la libertad de expresión en defensa de las ideas y los ideales, de los valores, los derechos y las libertades que cada persona o colectivo de personas juzguen adecuadas y necesarias o como denuncia de la política de demolición sistemática de tales derechos y libertades por parte de los poderes públicos del Estado.

Quedan la huelga general indefinida y la desobediencia civil
He asistido a muchas manifestaciones y concentraciones, he redactado y apoyado muchos escritos en defensa de la escuela pública y contra los desmanes cometidos regularmente por distintos gobernantes. Durante una temporada ocupé también Bancos, Cajas, Delegaciones de Hacienda, pero observé que nada de eso hace daño al poder instituido (daño, nunca violento, solo en el sentido de efectividad y contundencia). Por eso resolví permanecer cada mañana, de lunes a viernes, en el portal de la vivienda de una Consejera de Educación de este país. Y mantengo la esperanza de que un día prenda la mecha y haya muchos “portales” en muchas ciudades defendiendo los derechos y las libertades de la ciudadanía y denunciando la demolición sistemática de los mismos. En cualquier caso y ocurra lo que ocurra, siempre nos restarán la huelga general indefinida y la desobediencia civil, polícroma, noviolenta y ajustada a cada circunstancia. También, ocurra lo que ocurra, seguiré en el portal de la vivienda de la Consejera aragonesa de Educación por la escuela pública y laica y contra los recortes.

Antonio Aramayona
@antaramayona


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si lo deseas, puedes hacer el comentario que consideres oportuno.