Ayer, como estaba
previsto, declaré como imputado en unas diligencias previas en el Juzgado de
Instrucción nº 2 de Zaragoza, a las 18 horas, Juzgado de Guardia ayer, en
relación con las tres denuncias presentadas por el Delegado del Gobierno en
Aragón por coacciones y calumnias, y a los efectos de resolver sobre la medida
cautelar solicitada por el Ministerio Fiscal sobre una posible orden de alejamiento.
Todo transcurrió con
normalidad. Un grupo de amig@s estuvieron esperando en la puerta del juzgado de
guardia como jabatos hasta que la jueza entregó el Auto, tras escuchar las
respuestas a las que ella misma, la fiscal y mi abogada, Lourdes Barón, me
fueron formulando. Quiero expresar aquí mi agradecimiento a Lourdes Barón, que tanto templa mis nervios
y me va instruyendo en los vericuetos legales.
La jueza dispuso, tal
como había solicitado el Ministerio Fiscal
“Prohibir a ANTONIO ÁNGEL ARAMAYONA ALONSO
acercarse a la persona de GUSTAVO ALCALDE SÁNCHEZ, su domicilio y lugar de
trabajo, así como de cualquier otro en que se halle en un radio de 200 metros.
La presente medida tendrá duración hasta la finalización de la de la presente
instrucción.
Ofíciese a la Guardia Civil, así como a la Policía
Local y Policía Judicial para el efectivo cumplimiento de esta medida”.
Me abstengo de valorar
o siquiera comentar esta medida. Basta decir, una vez analizados los sectores
del mapa del centro de Zaragoza, con 200 metros de radio o más, en cuyo
punto central están el domicilio del Delegado y la propia Delegación del
Gobierno, algunas consecuencias concretas y prácticas de la medida cautelar de
alejamiento. Algunos ejemplos:
No puedo pisar la plaza
del Pilar y la plaza de la Seo, ni la sección de la calle Alfonso I colindante
con dicha Plaza, ni puedo cruzar el río Ebro por el emblemático Puente de
Piedra. Sin embargo, puedo entrar por su puerta trasera izquierda a la Basílica
del Pilar, pero ¡ay de mí! si avanzo por dicha Basílica, pues estaré
conculcando la orden de alejamiento. Tampoco puedo visitar el Foro Romano ni
cruzar por la calle don Jaime ni volver a comer en el restaurante preferido de
los Pekos ni visitar el museo Goya ni… ni…
Tampoco puedo pisar el
Coso Bajo ni la plaza San Miguel ni los bares y pequeños restaurantes cercanos
a la calle Heroísmo y colindantes ni bajar por la calle Cantín y Gaboa ni la
calle San Vicente de Paul, aunque sí (por los pelos) el Centro de Historias.
Y resta la casuística;
por ejemplo: ¿si tomo un autobús que pasa por dentro de los 200 metros de alejamiento,
pueden detenerme? Si voy al cine o a un acto público, abierto a todo el mundo,
y veo al Delegado tres filas más adelante o unos asientos más a la derecha
(nunca a la izquierda) ¿he de salir pitando del local, camuflado, con la
esperanza de no quedar detenido?
Ahora más en serio, acato la orden de alejamiento. A cuatrocientos
metros del domicilio del Delegado del Gobierno y a más de trescientos metros de
la Delegación, estaré desde el próximo lunes en la zaragozana Plaza de España,
denunciando los recortes en derechos y libertades y explicando que estoy allí
en cumplimiento de una orden de alejamiento del domicilio y del lugar de
trabajo del Delegado del Gobierno en Aragón.
Solo me resta agradecer
las numerosas muestras de apoyo y ánimo desde muchos puntos de la geografía
española y por medio sobre todo de las redes sociales. Un gran abrazo a tod@s
y cada un@. Os quiero.
Paisano, creo que la letrada no lo ha explicado bien, la orden de alejamiento según parece es sobre LA PERSONA del denunciante, además de sobre domicilio, lugar de trabajo u otro en el que se encuentre DICHA PERSONA..........le ruego que consulte con su abogada antes de acudir a la plaza de España, porque según por donde ese Sr. tome el camino a su casa, estará de lleno en el área de prohibición...y si ve, aunque sea de lejos, a ese señor, le aconsejaría que, ante testigos si es posible, se aleje lo más rápidamente posible....mejor vaya a la plaza del monumento del Justicia, o delante de la antigua facultad de medicina...así estaría CASI completamente seguro y pasa mucha gente también....
ResponderEliminarMuy bien Antonio. El delegado ha medido mal tu fortaleza y te ha colocado en un lugar mucho mas visible. Tanto el Delegado como la Magistrada se han cubierto de gloria. Resulta curioso que te prohiban estar en Plaza del Pilar en la entrada del Gobierno Civil. Deben tener miedo que con TU cartel de cartulina dejes KO a los guardias civiles y agredas con poesias al delegado.
ResponderEliminarTambien es chusco que el Delegado utilice el miedo a la banda terrrista ETA para argumentar que has puesto su vida esta en peligro por estar en su portal. El riesgo cero no existe pero parece improbable que ETA atente contra el ya que la banda se ha disuelto hace muchos años.Es de risa que utilicen la acusacion de crimenes de lesa humanidad a lo que es solo una metáfora. Nadie duda que hay niños con problemas de nutrición por problemas sociales y que resolverlos esta en manos del gobierno, es decir los politicos del PP. nadie duda que los prepuestos a disminuir la pobreza son ridiculos y que tambien esta en manoa del PP solucionarlo. Denunciar esto no es acusar a nadie de gasear judios en Treblinka. Creo sinceramente que alguien se ha ido de cabeza y no eres tu precisamente.
UN ABRAZO Y ADELANTE. FRANCISCO V.
Una orden de alejamiento, claro, habla de la persona, pero en sus circunstancias normales y habituales (domicilio y lugar de trabajo). "Cualquier otro lugar..." es una indicación etérea e incontrolable, tanto en la Plaza de España, en la Plaza de Aragón o en Torrero, pues no hay forma de saber o determinar previamente dónde puede haber decidido estar este señor. Por supuesto, evitaré con normalidad la proximidad, cuando y donde la perciba, por respeto y acatamiento de la orden dictada por el juez. Con normalidad, repito. Imagínese que me tengo que marchar de mi domicilio si al Delegado se le ocurre dar de comer un día a las palomas del Canal Imperial. En cualquier caso, gracias por sus advertencias.
ResponderEliminarDe nada, como perteneciente a este mundillo, le aconsejo fervientemente que se asesore bien con su abogada sobre las circunstancias que puedan darse...bien sé que parecen a veces darse situaciones paradójicas, pero es lo que tienen las medidas cautelares que sitúan a veces al "afectado" en una situación de indefensión e incertidumbre como la que plantea........salvo que sea uno portador de un dispositivo de localización (muñequera o tobillera) que se reservan para los casos con más riesgo para la vida o integridad física, y en cuyo caso saltan las alarmas de proximidad pudiendo por tanto el incurso en las medidas tomar la decisión más adecuada.... pero como decía un conocido mío, "ahora el problema es suyo"...obre con precaución y siga los consejos de su letrada... Saludos.
ResponderEliminarSé muy bien que estas órdenes pueden causar por su naturaleza situaciones de indefensión e indeterminación para el afectado, pero como el protegido por dicha orden no tiene restringida su libertad de movimientos, y dejando siempre a salvo un posible abuso de derecho que se pudiera cometer por el beneficiario, el problema es de usted en tanto se sustancia la causa...plantee todas sus dudas a su abogado, para estar más seguro de cómo actuar....Saludos.
ResponderEliminarYo pienso que el Delegado del Gobierno debería comunicarte por dónde va a pasar. Imagínate que tiene un amigo en el piso debajo del tuyo. Esto es demencial porque quien está haciendo daño es él, no tú, que reclamas el bien común. Pero mira, como decía mi abuela (siempre recurro a ella) "a buen sitio han ido a plantar la era". Y tú no estás solo, el Delegado sí.
ResponderEliminarMenos mal que esto está cambiando a partir de hoy.
Salud y abrazos
Te enviamos con mucho afecto este poema de Juan Agustín Goytisolo.
ResponderEliminarPor mi mala cabeza
yo me puse a escribir.
Otro, por mucho menos,
se hace Guardia Civil.
Por mi mala cabeza
creí en la libertad.
Otro respira incienso
las fiestas de guardar.
Por mi mala cabeza
contra el muro topé.
Otro levantó el muro
con los cuernos, tal vez.
Por mi mala cabeza
sólo digo la verdad.
Por mi mala cabeza
me descabezarán.
Un fuerte abrazo