Diario de un perroflauta motorizado, 532

Comienza otra semana, que percibo intuitivamente intensa. Según he podido leer en el diario.es Aragón, mañana declara el Delegado del Gobierno en el Juzgado sobre las querellas presentadas contra mí. Veremos, ya veremos…

Día tranquilo, con la especial alegría de volver a encontrar a Patricia. Hace calor, mucho calor, en Zaragoza. Pero resistimos a base de agua y fuego. Sobre todo de fuego. Fuego que enciende y apaga, que construye y destruye, que quiere y duda, que nace y muere. Gracias a ese fuego cada día estaré allí, en Puerta Cinegia o donde un viento fuerte me lleve al sitio de cada día. Galeano lo dice mejor:

Cada persona brilla con luz propia

entre todas las demás.

No hay dos fuegos iguales.

Hay fuegos grandes y fuegos chicos

y fuegos de todos los colores.

Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento,

y hay gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.

Algunos fuegos, fuegos bobos,

no alumbran ni queman;

pero arden la vida con tantas ganas

que no se puede mirarlos sin parpadear,

y quien se acerca, se enciende.

Hasta mañana