Lo
toman como una invasión de gente maleducada o poco educada. Creen además desde
hace siglos que todo lo que ven y tocan les pertenece, a pesar de los
advenedizos que reclaman en los últimos tiempos que todos somos iguales y que
la tierra es para el que la trabaja.
Dando
lecciones de exquisita urbanidad sin que nadie se las pida, montan la gran
estafa y la llaman “crisis”, proclaman que ya estamos en pleno proceso de
crecimiento económico y nos encontramos que el número de millonarios en España
ha aumentado un 40% durante esa trilera crisis (“crecimiento del mercado de
grandes patrimonios”) y son ya 13 millones de ciudadanos y ciudadanas los que
están en riesgo de pobreza o exclusión.
Hay
también nuevos ricos (llevan solo unas pocas décadas en el intercambio del bipartidismo)
que guardan las formas y conocen los mecanismos para utilizar impecablemente
los cubiertos y las copas que están en la mesa del banquete. De momento, no
dicen nada porque necesitan apoyos de quienes proceden del banquete bufo de la
película Viridiana, pero esperan que pronto cambie tanto
populista-extremista-bolivariano (en las antípodas del pulcro, aseado, guaperas
Pedro Sánchez). Sin olvidar a los chicos y chicas de Ciudadanos, que parecen un
evanescente producto de alguna suerte de la nouvelle cuisine.
La
gente de orden de toda la vida se cree poseedora por derecho de medios de
comunicación, bancos, escaños, protocolos, calles, tribunales, ideas, lenguajes,
libertades, modas, barrios… Para esa gente lo que está ocurriendo es dramático:
con lo pulcro y ordenado que ha estado siempre todo, ahora hay gente a su lado que parece
tener caspa y parásitos. Esa gente coloca a otra gente (fiel, leal, ciega, sorda,
muda y batiendo cada mañana el récord mundial del Principio de Peter: en una jerarquía, todo empleado
tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia) a cargo de las cachiporras y las sanciones,
y se mete en cada casa y en cada vida personal para dejar sin casa, sin
trabajo, sin sanidad, sin educación, sin asistencia a cuantos haga falta. Llega
después un perroflauta motorizado, que siempre anuncia su llegada con el tintineo
que hacen los cincos stents de sus coronarias, y es mandado de un patadón en la
mandíbula a 200 metros de distancia por osar estar en plena vía pública, con un
cartel, sin abrir la boca, en las inmediaciones del portal de la voz de su amo,
denunciando desmanes y recortes en derechos y obligaciones de la ciudadanía.
Esa
gente (sufre también de trastorno de personalidad fronteriza) sigue sin
comprender el significado de una frase del gran humorista Perich que se hizo
famosa hace ya muchos años: “Cuando un
monte se quema, algo suyo se quema, señor conde”.
No puedo menos de hacer referencia a una
campeona del Principio de Peter citado: la aún (¡!) Consejera de Educación,
Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, María Dolores (más, cada
día que pasa) Serrat Moré, que sigue tomando unas medidas favorecedoras de los
intereses de los suyos y otras medidas,
en cambio, que se suman a la ruina en que está dejando la escuela pública
aragonesa y a la ciudadanía y alumnado de Aragón. Personalmente, albergaba la esperanza de que
volviese a ocuparse en su medicina forense o se jubilara, pero sigue formando
parte como diputada en las Cortes de Aragón de ese bloque de cemento, cada vez
más pesado, que l@s aragones@s tenemos atado a los pies en medio de un río Ebro
turbulento y crecido.
Deprisa y corriendo, con norturnidad y
alevosía, chapuceramente como acostumbra, la Consejera Serrat, más papista que
el Papa Wert, amenaza a l@s director@s de los centros públicos si no aplican la
puesta en marcha de la LOMCE para el próximo curso, publica en el Boletín
Oficial de Aragón una resolución que modifica el concierto que el ejecutivo
autonómico firmó con un colegio privado que pretende abrir el próximo curso en Cuarte de Huerva, se
empecina en la autorización del grado
de Magisterio a la universidad privada San Jorge, pretende cerrar algunas
escuelas rurales más, paraliza la
decisión de abrir los comedores escolares en verano, dictamina la concesión de
becas de comedor y de material escolar para el próximo curso…
¿Cuándo se sentarán tod@ ell@s en el
banquillo de los acusados, antes de dar con sus huesos en la cárcel?
La mañana ha transcurrido tranquila.
Bastante gente se está deteniendo a leer los mensajes de los carteles. Antonio
Sarralde nos ha deleitado con su presencia y pensamientos. Ojalá sea el
comienzo de un buen núcleo de reivindicación y denuncia.
Venga,
cantemos todos, con orgullo y pasión, nuestro glorioso himno:
Hasta
pronto
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