Hoy
estoy con Grecia. Tod@s somos Grecia. ¡Debemos tanto a Grecia desde hace miles
de años! La Europa de Platón y Aristóteles, Newton y Einstein, Mozart y
Beethoven, Cervantes y Mann frente a la de los des-almados mercaderes del
dinero y la especulación financiera.
La
semana pasada un señora de avanzada edad, empujada su silla de ruedas por una
señora sudamericana, se detuvo ante mí, en Puerta Cinegia. Ambas damas
estuvieron hablando durante breves momentos y poco después se acercó hasta mi
cartel la mujer sudamericana para entregarme una moneda de cinco céntimos. La
rechacé, para dejar claro que no estaba allí por dinero. La señora mayor medio
despertó y quiso pedirme perdón. Le dije que estaba por ella y por todos y le
di las gracias. Después me arrepentí de no haberme quedado con esa moneda de
cinco céntimos: la hubiese guardado como un tesoro. Cinco céntimos que valen
por todo el oro del mundo.
Mañana
tranquila, condicionada por la declaración que el Delegado del Gobierno en
Aragón estaba haciendo en un Juzgado de Instrucción.
EL DELEGADO DEL GOBIERNO EN ARAGÓN,
EN SU COMPARECENCIA Y DECLARACIÓN EN EL
JUZGADO DE INSTRUCCIÓN Nº 2, DE ZARAGOZA, SE HA RATIFICADO EN SUS TRES
DENUNCIAS Y HA COMUNICADO SU VOLUNTAD DE SEGUIR ADELANTE EN ESTA CAUSA.
Gustav
Mahler nos regala el conocido Adagietto de su Quinta Sinfonía. Mahler, ese
autor de un música «degenerada» y «moderna», al decir del
nazismo alemán y austríaco. En su honor, Thomas Mann llama Gustav al personaje
central de su novela corta “Muerte en Venecia”, que Visconti adaptaría al cine
en 1971.
Hasta mañana
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