El periodista Alex Grijelmo tiene escrito y publicado
un libro, cuyo título explica bastante bien su tesis fundamental: “La
información del silencio. Cómo se miente contando hechos verdaderos” (Taurus,
2012). En el libro advierte Grijelmo de que una de las formas más sutiles y
eficaces de mentir consiste en guardar silencio o contar solo medias verdades o
medio decir medio callando un dato o una información.
El jueves pasado, 3 de enero de 2013, propagaron los medios de
comunicación la noticia de que en el mes anterior se había alcanzado una cifra
positiva récord en toda
la serie histórica que comienza en 2006, al haberse registrado 59.094
parados menos. El ministro de Hacienda aprovechó de inmediato la noticia para
augurar la pronta venida de nuevos tiempos de bonanza y la efectividad a medio
plazo de las medidas económicas adoptadas por su Gobierno, principalmente su
reforma laboral. Es decir, una nueva confirmación de que el Gobierno del PP
pretende afincar a la ciudadanía en su nueva religión: tener fe en la pronta
venida de la salvación, aunque de momento haya de pasarse por un duro valle de
lágrimas, recortes y austeridad.
Sin embargo, a poco que se mueva un pie, se puede escuchar el chapoteo
de la basura y el detrito que nos rodea. Hablemos, pues, claro, sin cataplasmas
ni edulcorantes: el 2012 se cierra
con un aumento de 426.364 desempleados y un total de 4.848.723 personas en el paro.
O sea, finalmente el timo del tocomocho, la caída en el pozo negro.
¿59.000 empleos nuevos en diciembre? ¿Cuántos de ellos seguirán
existiendo el 15 de enero, una vez finalizada la “campaña de navidad”? ¿Cuál es
el salario medio percibido por esas personas contratadas? ¿Qué horario tenían?
Una buena parte de ellas son personas, principalmente mujeres (50.773 de un
total de 59.094) , que acceden por primera vez al mundo del trabajo. ¿Cifra
récord histórica o una nueva marea de chapapote?
426.364
personas más se han quedado sin trabajo en 2012. Un 9,64% más que en 2011.
426.364 tragedias personales y familiares. Sí, sí, acudamos a cifras históricas
en nuestro país: 4.848.723
personas condenadas al desempleo forzoso, el nivel anual más alto en la serie
histórica desde Viriato y Leovigildo. 787.240 afiliados menos a la Seguridad Social
en 2012. 90 empleos destruidos a la hora. 90% de trabajo precario en los
contratos laborales. Retumba y atruena la gran montaña de estiércol de la
reforma laboral: pare finalmente al ratón del alma de nuestros gobernantes,
esos inútiles, esos descerebrados, esos irresponsables, fieles lacayos de los
amos del tinglado, del chiringuito, del casino.
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