Iñaki Urdangarín, esposo de
Cristina de Borbón y yerno del actual Jefe del Estado, se metió en el bolsillo
más de un millón de euros en en 2007 y
2008 por sus servicios de asesoramiento a varias empresas. La sociedad que
facturó y cobró esos trabajos fue la sociedad Aizoon, cuya propiedad comparte
al 50% con Cristina de Borbón. Es decir, que hay que reescribir lo escrito:
Iñaki Urdangarín y Cristina de Borbón percibieron más de un millón de euros por
trabajos facturados y cobrados por la sociedad que poseen conjuntamente al 50%.
O presuponemos que Cristina de
Borbón es idiota (del griego “idios”, “idiotés”: persona sumida en sí misma,
sin interesarse ni comprender algo del mundo) o presupone alguien que el resto
somos idiotas. Si Cristina
Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia fue
nombrada directora del área social de La Caixa y a ella se le concedió la Gran
Cruz de la Real y Distinguida Orden de Carlos III o la Gran Cruz de la Real
Orden de San Olaf en Noruega o la Gran Cruz de la Orden de Cristo en Portugal,
suponer ahora que un tribunal no halla indicios para que resulta encausada en
el embrollo de Noos es inasumible e indigerible para cualquier persona que esté
al menos relativamente en sus cabales.
No soy mujer, pero me hago cargo
de la indignación adicional de cualquier mujer ante el caso Cristina de Borbón:
hombres y mujeres nacemos iguales y somos iguales ante la ley, y considerar que
esa mujer no se enteró de nada, no cooperó en nada no se benefició con plena
conciencia de los tejemanejes de la sociedad que tenía con su marido al 50%
constituye un verdadero insulto a la mujer.
Se dice que hacia 2007 su padre,
Juan Carlos, actual Jefe del Estado (así va el Estado…), indicó a su marido,
Iñaki, que se desvinculase del instituto Noos, pero en toda esta historia no
aparece Cristina, por muy hija que fuese y siga siendo de su padre. La idiocia
(ya dicho –del griego idios- “trastorno
caracterizado por una deficiencia muy profunda de las facultades mentales,
congénita o adquirida en las primeras edades de la vida”, según el diccionario
de la RAE) queda agudizada, amén de hacer aparición un posible delito de
cooperación por omisión por parte del padre y de la hija, si bien el artículo
56,3 de la Constitución española lamentablemente aún vigente nos advierte de
que “la persona del Rey es inviolable y no
está sujeta a responsabilidad”, cosa que, de hecho, parece querer hacerse
extensiva también a su hija Cristina.
Total, que, según la Agencia Tributaria, Cristina Federica Victoria Antonia de la
Santísima Trinidad de Borbón y Grecia queda exculpada del delito fiscal que la
Fiscalía Anticorrupción atribuye a su marido. No es descartar que, según esta
versión, Iñaki contase a su esposa que el palacio de Pedralbes era un regalo de
los Reyes (Magos de Oriente). Y así las cosas, tampoco hay que descartar que
Cristina, en su purísima inocencia, en su adoración a su esposo, lo creyese a
pies juntillas, sin hacer una sola pregunta. Bendita sea Cristina Federica
Victoria Antonia de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia.
Es seguro que Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia y el común de la cidudanía no estamos afectados de "idiocia", pero tengo serias dudas de que sí lo estén quienes han tomado la decisión de exculparla de cualquier responsabilidad en los temas tratados en su artículo. Y, si no es así, es mucho peor porque estaríamos hablando de responsabilidades muy graves, bien por dejación de funciones, bien por prevaricación, de esos supuestos responsables que "miran para otro lado" y consiguen que efectivamente no todos seamos iguales ante la Ley.
ResponderEliminarMalos tiempos éstos para quienes creemos que otro mundo mejor es posible y pensamos que las utopías son posibles.
Además de los jueces, cuentan con la complicidad de los periodistas, que transmiten la noticia de la inocencia jurídica de la Cris (fuera protocolos) sin ponerla en tela de juicio. O sea, que los periodistas también sufren de idiocia o tienen miedo o están vendidos o...
ResponderEliminar¡Viva la libertad de expresión!
No me puedo creer que sigan mucho tiempo por el mismo camino sin que haya una reacción. No es cierto que esto vaya a cambiar mágicamente, de momento, lo que se ve es que va a peor. Pero es un escándalo lo que está ocurriendo, de momento seguimos con los brazos cruzados pero con manifestaciones solo no basta. Algo habrá que hacer y estoy convencida de que se hará. Tanto abuso descarado no podemos permitirlo.
ResponderEliminar