Seguramente sonará al lector lo
de los lirios del campo y las aves del cielo, pero cierta clerecía del nordeste
hispano parece haberlo olvidado: desde
hace luengos años hay un litigio entre eclesiásticos de dos diócesis católicas
(Barbastro-Monzón y Lleida) sobre 113 antiguos objetos sacros que pertenecían a
parroquias sitas en territorio aragonés y que ahora están en Cataluña. Entre
tales bienes artísticos, algunos entendidos destacan algunos frontales de altar,
arquetas, pinturas, cuencos y tronos priorales. En resumidas cuentas, objetos
que el pueblo aragonés costeó con sus diezmos e impuestos, pero que jamás han
sido ni de su propiedad ni de su interés. No obstante, los eclesiásticos ya han
sacado al Gobierno aragonés (no entro en lo que respecta a Cataluña) un museo
en la ciudad de Barbastro, que ha vuelto a pagar el pueblo aragonés y, cómo no,
es propiedad de la iglesia católica.
Los eclesiásticos llevan muchos
años perpetrando el timo del tocomocho con “los bienes artísticos de la Franja”
(zona oriental de Aragón, colindante con Cataluña, y en su mayor parte de habla
catalana). Los aragoneses tragaron ya en 2005 que fuera un tribunal
eclesiástico quien dirimiera que las 113 obras pertenecen a la diócesis de
Barbastro-Monzón (es decir, siempre propiedad de la iglesia católica: “en”
Aragón, aunque no “de” Aragón). En 2006, sin embargo, la Generalitat de
Cataluña emitió una resolución que, limpia de polvo y paja, se pasaba la
sentencia eclesiástica anterior por el arco de triunfo, por lo que en 2009 el
Gobierno aragonés presentaba una querella criminal, renunciando a la vía del
procedimiento civil que se veía sin salida (en todo este tira y afloja entre
Aragón y Cataluña, los bienes seguían y siguen siendo de propiedad exclusivamente
eclesiástica: bienes “aragoneses” – en
Aragón- no equivale a bienes “de
Aragón”). Sin embargo, incluso al año siguiente hubo una manifestación en
Zaragoza, lo que no impidió que un juzgado leridano estableciera que los 113 objetos artísticos son “patrimonio cultural catalán”.
Pues bien, como el hombre es un
animal que puede tropezar muchas veces en la misma piedra, a finales de octubre
de 2013 el Gobierno aragonés de Rudi
y la Consejera de Educación y Cultura, Serrat,
remedando a Mendizábal, optan por
instar la expropiación de las 113 piezas eclesiásticas. Y entonces el obispo
católico de Zaragoza, Ureña, no
pierde un segundo en mostrar su desacuerdo con la propuesta, soltando un sonoro
"ni hablar del peluquín".
En efecto, Ureña considera
"explicable y loable" el interés del Gobierno aragonés por los
objetos de arte, pero hace trizas cualquier peluquín ante la posibilidad de que
la Administración civil se "posesione" de las piezas. Lirios del
campo y aves del cielo, sí, pero que nadie toque la propiedad eclesiástica de
las 113 piezas: son exclusivamente de la iglesia católica, solo de ella y nada
más que de ella. Dicho de otro modo, el obispo Ureña tiene claro que las piezas
no son leridanas y deben ser devueltas “a sus legítimos dueños” (sin explicitar
que se está refiriendo a la iglesia católica).
No se debe jugar con las cosas de
la iglesia. Si un día las 113 piezas aterrizan por fin en el museo eclesiástico
construido en Barbastro con el dinero del pueblo aragonés, ocurrirá igual que
con todas las demás iglesias, catedrales y museos erigidos o reparados con el
dinero de la ciudadanía: si queremos ver algo allí nos cobrarán una entrada,
eso sí, religiosamente. Y al dormitante Justicia de Aragón, García, todo ello debe de parecerle de
perlas.
Y, pobres eclesiásticos, reciben
terreno regalado por los ayuntamientos para construir sus parroquias, siempre
propiedad de los propios eclesiásticos. Si, por ejemplo, quiero montar una tienda
o un negocio en el barrio, deberé pagar lo que me digan o no monto nada, pero
si se trata de abrir una parroquia, a poco que se descuide el obispo Ureña el
alcalde Belloch hasta dirá la misa
el día de su inauguración.
Centrándonos en la cuestión
aludida por Ureña de los “legítimos dueños”, no estaría mal devolver a sus
legítimos dueños los derechos fundamentales, cívicos, laborales y sociales de
la ciudadanía que va demoliendo día a día el actual Gobierno, los 60.000
millones regalados a los bancos para tapar sus trampas y deudas, las fincas de
la gente rica, aristócrata y ociosa que necesitan los braceros y los
campesinos, los 11.000 millones, libres de impuestos, donados anualmente a la iglesia
católica en los Presupuestos generales del Estado, etcétera, etcétera…
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si lo deseas, puedes hacer el comentario que consideres oportuno.