No ha
parado de llover en toda la mañana. Hoy hace seis meses y un día que el
perroflauta motorizado se asentó en el portal de la Consejera aragonesa de
Educación a primeros de junio por la escuela pública y contra los recortes. La
gente corre y corre debajo de paraguas. Solo hay lluvia.
“Yo
no haga nada porque nadie hace nada”, proclama un paseante ante el cartel
del perroflauta motorizado. Y Mairena baja su cabeza, la hunde en su pecho,
algo abatido. Cuando se repone, ya solos, Mairena va desgranando lentamente sus
pensamientos:
“Nunca,
nada, nadie. Tres palabras terribles; sobre todo la última. (Nadie es la
personificación de la nada). El hombre, sin embargo, se encara con ellas y
acaba perdiéndoles el miedo...¡Don Nadie! ¡Don José María Nadie! ¡El
excelentísimo señor Don Nadie!”.
Y Mairena continúa, al cabo de unos segundos:
“Nada puede ser —decía
mi maestro— lo contrario de lo que es.
Nada que sea puede tener su contrario en ninguna parte.
Hay una esencia rosa, de que todas las rosas participan, y otra esencia pepino, y otra comadreja, etc., etc., con idéntica virtud. Dicho de otro modo: todas las rosas son rosa, todos los pepinos son pepino, etc., etc. Pero ¿dónde encontraréis —ni esencial ni existencialmente— lo contrario de una rosa, de un pepino, de una comadreja? El ser carece de contrario, aunque otra cosa os digan. Porque la Nada, su negación, necesitaría para ser su contrario comenzar por ser algo. Y estaría en el mismo caso de la rosa, del pepino, de la comadreja”.
Nada que sea puede tener su contrario en ninguna parte.
Hay una esencia rosa, de que todas las rosas participan, y otra esencia pepino, y otra comadreja, etc., etc., con idéntica virtud. Dicho de otro modo: todas las rosas son rosa, todos los pepinos son pepino, etc., etc. Pero ¿dónde encontraréis —ni esencial ni existencialmente— lo contrario de una rosa, de un pepino, de una comadreja? El ser carece de contrario, aunque otra cosa os digan. Porque la Nada, su negación, necesitaría para ser su contrario comenzar por ser algo. Y estaría en el mismo caso de la rosa, del pepino, de la comadreja”.
-¿En resumidas
cuentas…? – inquiere con cierta impaciencia el perroflauta
motorizado.
- En
resumidas cuentas: ‘yo no hago nada porque nadie hace nada’ es una excusa o una
coartada tramposa, pero no un argumento o una razón verosímil.
- ¿Quiere usted estar un rato con nosotros por
la escuela publica y contra los recortes en educación? Tenemos carteles –interpela Mairena a un viandante que manifiesta segundos antes con la
cabeza y las manos su aprobación y su ánimo al perroflauta motorizado.
-“Gracias,
no. Hoy tengo prisa, otro día quizá. Además no hay forma de hacer nada porque
nadie hace nada”, responde el paseante. Y se va.
Marisol
aparece. Tiene poco tiempo, pues está enfrascada en las alegaciones que quiere
presentar por la sanción incoada por el Delegado del Gobierno. Marisol es como
una roca en que rompe la ola. Dentro de esa roca late un gran corazón.
No
solo llueve agua. Empieza a llover sobre el portal de la Consejera jóvenes de grado y posgrado de filosofía.
Portan una gran pancarta (“¿Quién teme a la filosofía?”. Edward Albee contempla emocionado la escena). Han confeccionado
carteles con textos contundentes y valiosos que leen en voz alta desde el
portal sin que los paraguas que desfilan raudos ante ellos se detengan un
instante. Bea, Jaime, Mila, Andrea, Indira, Adrián, Iliana. Adrián me envía
por email el texto de los carteles.
Cartel 1-La Filosofía visibiliza y desnaturaliza,
problematiza y argumenta de modos tan peligrosos contra "la única opción
que tenemos es ...", que, ¿qué mejor para establecer tales eugenesias
sobre la población al mandar tan tiránicamente que empeorar
cualitativamente la educación y recortar radicalmente las asignaturas de
Filosofía?
Cartel 2-¿Tanto TEME la LOMCE a la filosofía para pedir a la descarriadx que quiera hacer "valores éticos" en vez de religión la firma de sus progenitorxs?
Cartel 3 -No a la LOMCE, sí a una educación laica, que enseñe convivencia, respeto, autoconocimiento, autocrítica, no eurocéntrica, argumentativa, ni teleológica ni conformista, crítica, creativa, pública de calidad, feminista, no elitista, no homófoba, abierta al conocimiento de las demás personas que no siempre tiene por qué implicar consensos, en que podamos dudar y encontrar unas vidas vivibles. Una educación no mercantilizada en que se pueda aprender sin que las empresas nos monitoricen, en que no nos obliguen a elegir “lo que tenga más salidas”, sino que estudiemos lo que queramos, con apoyos para quienes los necesiten, que impida la sumisión y visibilice las injusticias para luchar contra ellas, en el que el profesorado tenga libertad de enseñar como le parezca conveniente.
Cartel 2-¿Tanto TEME la LOMCE a la filosofía para pedir a la descarriadx que quiera hacer "valores éticos" en vez de religión la firma de sus progenitorxs?
Cartel 3 -No a la LOMCE, sí a una educación laica, que enseñe convivencia, respeto, autoconocimiento, autocrítica, no eurocéntrica, argumentativa, ni teleológica ni conformista, crítica, creativa, pública de calidad, feminista, no elitista, no homófoba, abierta al conocimiento de las demás personas que no siempre tiene por qué implicar consensos, en que podamos dudar y encontrar unas vidas vivibles. Una educación no mercantilizada en que se pueda aprender sin que las empresas nos monitoricen, en que no nos obliguen a elegir “lo que tenga más salidas”, sino que estudiemos lo que queramos, con apoyos para quienes los necesiten, que impida la sumisión y visibilice las injusticias para luchar contra ellas, en el que el profesorado tenga libertad de enseñar como le parezca conveniente.
El
perroflauta está feliz y agradecido. Gente joven. Hombres y mujeres jóvenes a
quienes no les importa calarse hasta los huesos por la escuela pública, contra
los recortes, contra el retroceso en derechos y posibilidades.
El
perroflauta motorizado tiene toda la ropa, toda, extendida por su casa para que
se seque. A lo largo de la mañana se ha sentido como Javier y Daniel en esta
fotografía:
Para
terminar, haciendo juego con el tiempo, El Invierno de Las cuatro Estaciones,
de Vivaldi:
Hasta mañana
Si hay jóvenes hay esperanza, No importa que sean pocos, lo importante es que son. Son los que piensan por si mismos,los que defienden su mundo,el que tendrán que vivir, y se manifiestan en una sociedad donde la mayoria son arrastrados por el mensaje de no hagas nada porque no hay fuerza. La fuerza no llegará si no sumamos día a día, por eso el estar sirve, sirve para que los demás puedan sumar.
ResponderEliminarMis felicitaciones a los jóvenes que quieren hacer valer su palabra.