Mi buen amigo y director de Diario del Aire, ha publicado en el blog Bocacalle que tiene en Público, la siguiente entrada (¡gracias, Félix!), dedicada al perroflauta motorizado:
Se llama Antonio Aramayona, es profesor de Filosofía, cuenta con la
admiración y el cariño de sus alumnos y desde hace seis meses se
mantiene sentado en su silla de ruedas ante el portal de la vivienda de
la consejera de Educación de gobierno aragonés. Lo hace, según
considera, en el lugar más idóneo para defender la enseñanza pública y
laica, y denunciar los recortes a las que ha sido sometida por el
vigente gobierno. Después de algunos roces con funcionarios de Policía
para que abandonara ese lugar, sin que en ningún momento tuvieran
intención de desalojarlo, Aramayona recibió la semana pasada
una comunicación oficial suscrita por la Delegación del Gobierno en
aquella comunidad en la que se le participaba el inicio de un expediente
sancionador.
Antonio, que desde hace ciento y muchos días da cuenta en su blog de las incidencias que bajo el título de Diario de un Perroflauta Motorizado
registra durante dos horas diarias a pie de calle- y en cuyo transcurso
se le unen algunos compañeros y amigos con su pancarta en la mano-,
entregó en la mañana del pasado viernes esta alegación, dirigida
al Delegado del Gobierno en Aragón, que por lo explícito y preciso de su
contenido considero útil reproducir:
Señor Delegado del Gobierno de España en Aragón:
En relación con su escrito de fecha 5 de noviembre de 2013 sobre
Procedimiento Sancionador - Acuerdo de inicio expediente 7112/2013 (nº
registro 91637/RG 3174454) en el que se me comunica el inicio de
expediente sancionador por mi presunta responsabilidad en negativa a
abandonar el portal de la Consejera de Educación a requerimiento de los
agentes denunciantes, el día 23 de octubre, en la calle Alfonso núm. 26
de Zaragoza, el abajo firmante, Antonio Aramayona Alonso, con DNI nº
77255763M y domicilio en Vía san Fernando nº 11, escalera 3ª, piso
4º, letra E, de Zaragoza, expone y alega lo siguiente:
1. Me sorprende que usted me sancione con una multa de hasta 300,51
euros aduciendo como constitutiva de la mencionada supuesta infracción
mi presunta responsabilidad en los hechos que se relatan. Debo decirle
que mi responsabilidad no es presunta, sino plena, pues cualquier otra
alternativa rozaría la irresponsabilidad. Consciente, libre y
responsablemente me planto desde hace seis meses en el portal de
la Consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno
de Aragón, Dolores Serrat, porque la responsabilidad con la que quiero
comportarme cada día de mi existencia me impele a clamar, mediante un
sencillo cartel, por la necesidad de la escuela pública y contra los
recortes en el ámbito educativo que perpetra irresponsablemente el
Gobierno del que usted es Delegado. No entiendo cómo usted y cuantos
tienen cargos de responsabilidad política pueden asistir a la tragedia
de centenares de miles de familias que apenas pueden
alimentar adecuadamente a sus hijos o carecen de medios para sufragar el
coste de los libros de texto, o desencadenar el indignante hecho de las
decenas de miles de estudiantes universitarios que no pueden continuar
sus estudios por razones económicas. No entiendo cómo usted y la
Consejera aragonesa de Educación, movidos por la
misma responsabilidad que pretende imputárseme como falta, no están a mi
lado y al lado de los miles y miles de ciudadanas y ciudadanos que
abogan por una escuela pública laica y de calidad para todas y todos en
igualdad de condiciones, portando carteles y protestando por tanta
injusticia y por una política que está llevando a una buena parte del
país a cotas rayanas en la pobreza. Señor Delegado del Gobierno de
España en Aragón, soy responsable y me declaro responsable de los
hechos referidos en su escrito. Permítame decirle que, desde esta misma
lógica, es posible señalar la flagrante irresponsabilidad de muchos de
los políticos y gobernantes, entre los que usted se encuentra.
2. Centra usted mi presunta responsabilidad en la negativa a
abandonar el portal de la Consejera. Como he dicho y repetido
reiteradamente a los agentes denunciantes que a menudo me han ido
solicitando la identificación a lo largo de estos seis meses, tengo
la plena y firme voluntad de seguir cada mañana del año, de lunes a
viernes, de 11 a 13 horas (horario de invierno, para paliar algo del
rigor invernal), en el portal de la Consejera de Educación, Universidad,
Cultura y Deporte del actual Gobierno de Aragón. El día de los hechos
objeto de la denuncia, los agentes denunciantes (dos furgones de la
Policía Nacional para dos personas denunciadas) solo adujeron como
motivo que estaban cumpliendo órdenes de sus superiores, lo cual
constituye, a mi juicio, un escuálido argumento (de órdenes cumplidas y
de obediencias debidas está repleto el infierno). Me pregunto asimismo,
señor Delegado del Gobierno, por qué ha tardado usted seis meses
en sancionar un hecho y una situación que diariamente acaecían y
siguen acaeciendo en la vía pública. Quizá haya que añadir a su
irresponsabilidad política una ostensible negligencia en el desempeño de
sus funciones como Delegado del Gobierno.
3. Resulta curioso, por no decir indignante, que se manifieste tanta
sensibilidad por una supuesta intromisión en las circunstancias
personales y la intimidad de alguien (en este caso, de la Consejera
aragonesa de Educación), cuando se está lesionando derechos
fundamentales de la ciudadanía (particularmente, la infancia y
la juventud) por la acción y/o la omisión políticas de no pocos
¿responsables? políticos. Atenta contra la razón elemental que un
gobernante interprete que se infringe la ley si una persona está
apostada en el portal de una casa sita en plena vía pública, cuando sus
propias decisiones o las de sus colegas conllevan unos recortes salvajes
en becas, ayudas, recursos, infraestructuras, profesorado, servicios y
personal auxiliar que afectan al estómago, al cerebro y al cabal
desarrollo físico y mental de los estudiantes, y que penetran así en la
intimidad de sus comedores, sus platos, sus dormitorios, sus cocinas
y sus cuentas de ahorro.
4. Usted me ha clasificado también como infractor de una Ley Orgánica
sobre Protección de la Seguridad Ciudadana. Tengo conocimiento de que
usted ha empleado esta misma Ley para sancionar sañudamente pacíficas
acciones ciudadanas, pero me pregunto si usted dispone de otras
herramientas y vías políticas que no sean la detención,
la identificación, la sanción y el acabamiento en tribunales de
ciudadanas y ciudadanos que se limitaban a ejercer y reclamar sus
derechos. Ateniéndonos a los hechos, debería usted plantearse este
asunto muy en serio.
5. Ni que decir tiene que está usted en su derecho de incoar un
expediente sancionador de lo que estime oportuno. Por mi parte, le
informo que resulta sorprendente que el Gobierno del que usted es
Delegado multe acciones como las que pacífica y diariamente efectúo,
pero indulte, proteja, justifique o maquille acciones delictivas de
grueso calibre perpetradas por personas poderosas e influyentes, que en
buena parte han llevado al país a la situación de emergencia en que
se halla y que, en algunos casos, pertenecen o han colaborado
estrechamente al Partido Popular.
6. Desconozco la cuantía de la multa, si usted finalmente decide
ejecutar la sanción. Ruego, en cualquier caso, que transmita a sus
superiores que hagan lo posible para que la banca devuelva al pueblo a
la mayor brevedad posible los 41.300 millones de sustraídos al pueblo y
provenientes del dinero público para el rescate de las trampas y las
deudas de las entidades financieras o los más de 108.000 millones de
euros de deuda ilegítima del Estado (según datos de 2010). Con ese
dinero habría sobradamente para becas de comedor, becas para material
escolar, bajada sustancial de tasas, profesorado suficiente y adecuado,
ratio alumnos/aula racional, atención a la diversidad, y para que
ustedes no recorten más en lo que no deben, etc.
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