Hoy el Periódico de Aragón
ha publicado un reportaje sobre el juicio de ayer a los encausados por un escrache,
y saca la “entrevista” que me hicieron (Que
no piense en el 'escrache', sino en por qué se lo hacen. El profesor Aramayona
sigue con su protesta en la calle Alfonso http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/aragon/que-piense-escrache-hacen_902022.html).
Día frío, 4º al llegar a la calle Alfonso. Soportable
si no sopla el cierzo. Algunas personas, pocas, se han acercado a preguntar o
animar.
Ángel, profesor jubilado, ha estado un buen rato con el perroflauta
motorizado. Le ha comentado que muchos docentes están amargados, desanimados y
muy quejosos con los recortes. El perroflauta motorizado le ha replicado que el
desánimo y la amargura son baldíos si no se apunta directamente al objetivo que
se considera indeseable: no bastan la queja, la concentración esporádica o la
manifestación –cada vez menos numerosa. Si se quiere tumbar la LOMCE, hay que
buscar los medios adecuados para tumbarla. Al perroflauta motorizado se le
ocurre desobediencia civil a discreción y huelga indefinida del mundo de la
enseñanza en todo el territorio español. Y si no se hace, mejor es callarse y
quejarse menos.
Ha venido también Rosa, una mujer heroína,
madre de dos hijas, con un horario laboral de 11 y 12 horas, comenzando a veces
a las 4,30 de la mañana. Desahuciada (en Stop Desahucios se conocieron) y ahora
viviendo en un bajo-portería pequeño que le lleva mucho de lo que gana. Se han
dado un abrazo cargado de emoción, ánimos y ganas de vivir.
Un hombre maduro ha cargado contra la
escuela pública, contra esta escuela pública, con el mensaje
implícito de que la escuela pública actual es muy mala (la buena era la de los
suyos, la del Generalísimo…). El frío permite respirar peor. Aquel hombre
cortaba la respiración del perroflauta motorizado debido a la indignación.
Le molesta mucho oír (el perroflauta
motorizado procura escuchar lo menos posible en estos casos) a algunos
viandantes cuando se detienen ante el portal y los carteles, y ensartan una
larga perorata contra los políticos en general y contra algunas figuras del
Partido Popular en particular, empleando solo improperios y apodos de catadura
bastante indigerible (el calvo, la marimacho…).
Le molesta mucho también cuando algunos
otros se plantan ante el portal y los carteles y plantean como solución poner
bombas, fusilar, la guillotina y otros métodos de semejante ralea. (¡Cuánta boca tienen algun@s!, suele pensar).
Normalmente, la gente que se acerca hasta
el portal es educada, tiene buen corazón y dice cosas razonables. Otras
personas, en cambio, tienen la pulsión de mostrar y demostrar públicamente que
son progres y revolucionarios. Se parecen a toda esa gente que lanza consignas
y cuelga mensajes revolucionarios en el muro de Facebook y Twitter.
“A propósito”, dice Mairena, “lo que
estás pensando me recuerda un anécdota que me ocurrió con un joven ateneísta de
Chipiona. No sé si viene muy a cuento, pero me lo ha recordado”.
El perroflauta motorizado queda
expectante. “Soy todo oídos”, dice, invitando a Mairena a que cuenta esa
anécdota.
“Pues eso, que me viene un joven ateneísta
de Chipiona y me suelta de sopetón: ‘A usted le parecerá Balzac un buen
novelista’, a lo que yo respondo: ‘A mí, sí’”
“¿Y qué pasó entonces?”, inquiere,
impaciente, el perroflauta motorizado.
“No te vas a creer lo que añadió a
continuación”, sigue Mairena. “El joven
ateneísta de Chipiona, con aire de autosuficiencia, dijo: ‘A mí, en cambio, me parece un autor tan
insignificante que ni siquiera lo he leído’”.
El perroflauta
motorizado se quedó pensando en la anécdota de Mairena y el joven ateneísta de
Chipiona, a la vez que trataba de descubrir el hilo conductor que unía esta
anécdota con toda esa gente que se acerca al portal de la Consejera espetando
improperios y apodos de catadura bastante indigerible contra algunos ejemplares
de la casta política.
Te dejo el último fragmento de la Ópera de Wagner Tristán e Isolda interpretado por Birgti Nilsson ("Mild und leise, wie er lächelt"). 7,59 minutos. De una belleza enorme, lo escucho muy a menudo. Isolda se trasforma en una mujer que muere de amor y en amor, al lado del cuerpo de Tristán, que acaba de morir. A Isolda le duele el ser, empapado de dolor y de amor, y se percibe a lo largo de la canción (Cómo sonríe él, suave y dulcemente…) cómo Isolda es transportada por esas oleadas de amor y de dolor.
El sábado voy a Madrid. Allí me veré
durante unas horas con seres a quienes quiero mucho.
Hasta mañana.
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