Frío. 4 y 5 grados, de vez en cuando
acompañados de cierzo. La policía ha llegado pronto allí, seguramente por
prevención de posibles encuentros con estudiantes, convocados hoy a una huelga
por el Sindicato de Estudiantes. No ha sucedido nada de nada, pero un furgón y
seis policías a pocos metros han pasado el mismo frío que nosotros. Solo nos
han pedido el DNI, que al cabo de algunos minutos nos han devuelto.
La cosa es que casi un mes después
de la jornada de huelga general del 14 de octubre, el Sindicato de Estudiantes
ha convocado una huelga en el ámbito educativo para hoy, día en que
previsiblemente se aprobará la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa
(LOMCE o Ley Wert).
Solo estudiantes. Ni padres, ni
docentes, ni sindicatos, aunque todos ellos, agrupados en la “Plataforma por la
Defensa de la Escuela Pública”, han programado una concentración a las seis de
la tarde frente a la Delegación del Gobierno. Asimismo, a las 12 del mediodía
el Sindicato de Estudiantes llamaba a una manifestación con partida desde el
Paraninfo.
¿Y después? Después, colorín,
colorado, este cuento se ha acabado…
Imaginemos que los trabajadores de una
empresa han sufrido el 1 de septiembre el despido de 300 trabajadores de la plantilla
y han visto recortado un 40% de sus salarios. Imaginemos que estos
trabajadores, como única protesta y lucha, convocan a una huelga general de un
día el 24 de octubre y un grupo de ellos, los más jóvenes, convocan otra
jornada de huelga el 20 de noviembre, así como alguna manifestación y
concentración más en tales días señalados. Imaginemos ahora cuál sería la
reacción de los patronos y cuáles los logros obtenidos por los trabajadores. A
la patronal esas esporádicas acciones no le hacen daño. Asimismo, los logros de
esos trabajadores equivaldrían a CERO.
Cámbiese “empresa” por “enseñanza
pública” y la respuesta es la misma. Desde que ha comenzado el curso –con plena
y absoluta normalidad, a pesar de todos
los recortes y el surgimiento de la LOMCE- las acciones han sido: un día de
huelga general tras mes y pico de curso, una huelga de estudiantes a los dos
meses y pico, y alguna que otra manifestación o concentración. Al Ministerio y
a las Consejerías de Educación eso no les hace ningún daño. Los integrantes del
mundo educativo –estudiantes, docentes, familias, personal no docente, etc.-
han conseguido CERO en su oposición a la LOMCE.
Hoy en Facebook he leído el
siguiente mensaje de un alto cargo de FETE-UGT: “Hoy
el Senado tiene previsto aprobar la LOMCE. La Comunidad Educativa nos
concentraremos en frente del Senado con ropa "en blanco y negro" para
indicar que esta ley nos retrotrae a la España del NODO. El 30 N tod@s a Madrid”.
Me
he permitido escribir y preguntar allí si eso es todo lo que se le ocurre hacer
al mundo sindical. Otro interviniente me ha respondido aludiendo a anteriores movilizaciones,
manifestaciones, etc. y se ha mostrado abierto a posibles sugerencias. He
tenido que ir a perroflautear, pero a la vuelta no he podido añadir nada, pues tales
comentarios estaban borrados.
Creo que en el mundo de la enseñanza
no pocos viven en la inopia. Los peones están indignados y quieren
movilizaciones (buena aparte de ellos añade que esas movilizaciones no les
supongan quebranto económico). Los
sindicatos, las plataformas, las asociaciones parecen querer salvar ante todo
la cara, salir airosos y salir en las fotos.
Hoy Marisol y yo hemos contado,
entre otras personas amigas, con Juan Carlos y Tosa.
También con el buen amigo, excelente
persona y bregador incansable en Chunta Aragonesista Chuaquin.
He tenido el emocionante encuentro con
Fernando, hijo de uno de los mejores amigos de mi padre. Y sobre todo he
felicitado a Marisol porque hoy celebra el 48º aniversario de matrimonio.
¡Felicidades Marisol y Pedro! En su firmamento lucen también sus cinco hijos y
nueve nietos. Maravillosa manera de celebrar ese aniversario, Marisol es una
mujer admirable.
Aquí está Aus Flügeln des Gesanges, de
Mendelssohn, interpretado por Victoria de los Ángeles. Es una canción de amor.
El broche de oro de la canción es un deseo de amor, de sosiego y de soñar un
sueño dichoso. Para vosotros, Pedro y Marisol.
Hasta mañana.
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