Querido Daniel. Viniste ayer a mi casa de
Zaragoza con tus papás por primera vez en tu corta vida de cuarenta y cinco
días. Solo nos habíamos visto de cerca el día de tu nacimiento. Y desde el
primer momento que has vuelto a estar en mis brazos sentí la necesidad de hacer
partícipes a los amig@s y compañer@s de tu abuelo, el perroflauta motorizado,
de lo que me transmites cada instante que estamos así, tan juntos.
A la hora acostumbrada me he acercado a
la calle Alfonso, eso sí, con la sensación permanente de que seguías a mi lado,
inyectando el calor y la fuerza que tu abuelo necesita.
Quizás un día, cuando seas mayor, te
enteres de que tu abuelo Antonio era un perroflauta motorizado. Si te preguntas
por qué y para qué, te respondo ahora ya que por ti y por todos los niños y las
niñas del mundo, pues tenéis el derecho inalienable a una educación pública,
libre, laica y de calidad que en estos tiempos que corren se os están
recortando, agrediendo y cercenando. Yo quiero que viváis en un mundo bueno,
limpio, libre, sostenible, poblado por personas autónomas y solidarias. Y eso
sin una buena educación, sin contar con una red de enseñanza en consonancia, es
imposible y supone un fracaso de la humanidad que identifica como humanas a las
personas. De hecho, poco contribuye tanto para deshumanizar a las personas y al
mundo como unos cicateros recortes en personal, infraestructuras, recursos y
servicios básicos en educación.
Llevo siete meses y una semana
manifestándome cívica y pacíficamente siempre en el portal de la Consejera
aragonesa de Educación, en silencio, portando solo un cartel que denuncia el
actual estado de cosas y expresa mi apuesta incondicional por la escuela
pública, laica y de calidad, por la escuela de todos y para todos. Hay quienes
me preguntan a pie del portal hasta cuándo estaré allí. Estaré allí hasta que
los botarates de la política y los mequetrefes de los recortes rectifiquen,
hasta que haya medidas concretas y efectivas en pro de una escuela pública,
laica y de calidad, también mientras me resten fuerzas. Mientras tú existas,
Daniel, te prometo que no echaré a perder un solo gramo de las fuerzas que aún
me restan.
He dejado escrito en este mismo Diario
que “los seres vivos no pueden vivir sin agua, pues morirían. Los seres vivos
no pueden vivir sin aire, pues morirían. Las personas y las sociedades no
podemos permitir que conculquen nuestra libertad y nuestros derechos, pues, en
tal caso, nos demos o no nos demos cuenta de ello, estamos muriendo por dentro”.
Yo quiero vivir para que tú y todos los niños y las niñas del mundo podáis
vivir en mejores condiciones. También quiero vivir para que los que tienen
ahora el poder (con lo que están haciendo y dejando de hacer, considero ese
poder y esa autoridad ilegítimos) sepan siempre que hay personas que resisten,
que no les temen, que denuncian sus discursos, sus actitudes y sus medidas como
un fraude y una agresión contra el pueblo.
Tú tienes prácticamente garantizada una
buena formación y educación, pues tienes unos padres excelentes. Precisamente
por ello, confío en que cuando seas mayor te comprometas siempre a luchar
incondicionalmente pro que oro mundo sea posible, por que todos los niños y las
niñas del mundo puedan hacer realidad su derecho a tener una escuela libre,
pública y de calidad, y a vivir en consonancia con lo que quieren y lo que no
quieren para sí mism@s y para los demás.
Hoy hemos recibido saludos y visitas
varias: además de Adrián, Noemí, Marisol y yo,
también han querido fotografiarse algunos
alumnos y alumnas del colegio de las Escolapias.
Te quiero, Daniel. Un besito lleno de cariñitos que
no te despierte
Como siempre me ha encantado. Bueno, no como siempre no porque en este articulo me he emocionado. De ver la foto de tu nieto que es precioso. Y de sentir la necesidad de dar las gracias por lo que haces por mi hijo.
ResponderEliminarTe queremos mucho Antonio. Gracias.
América
El cariño es mutuo.
ResponderEliminarSalud y besos
Antonio