Diario de un perroflauta motorizado, 153

 Dos melodías elegíacas de Edward Grieg

Viernes, 27 de diciembre. Concluye la segunda semana del octavo mes en el portal de la Consejera de Educación. Tampoco hoy han consentido en la cafetería que pagara el cortado matinal. ¡Que colorido y tonalidades va cobrando cada mañana mi corazón...!

Plácida y placentera mañana con Adrián y Marcos.

Después, hemos tenido el honor de estar un rato con trabajadores de FCC que se han manifestado por la calle Alfonso.

Hemos hablado con bastante gente y conversado un buen rato con amigos y amigas. Quiero destacar hoy a Gerardo, residente en Lausana (Suiza), que desde allí sigue mi blog y mis artículos del Periódico.

Hoy he estado reflexionando de modo especial en que ,curiosamente, la educación para los ministros, los altos cargos y las Consejeras de Educación se suele plantear en clave colectiva. Y no por amor y respeto a lo colectivo, sino porque así se diluye lo personal en la nada y en el vacío.  La educación en clave colectiva: centros, aulas, equipos directivos, profesorado, Informes Pisa de todo el alumnado, reválidas, asignaturas… La mirada hacia lo personal, hacia cada persona que se ocupa –o se debería ocupar de educación- brilla por su ausencia. Nos quieren transformar en ciegos y en sordos del latido apasionado por el saber y el conocer: cada una de las personas del mundo. Estremece pensar que los más directos responsables de la educación del pueblo y de cada uno de los seres humanos que componen ese pueblo apenas si tienen noción de lo que les compete en razón de su cargo: la educación. Para ellos es lo mismo el valor y la utilidad de algo: vale lo que sirve, y sirve lo que decide el empresario. Aunque parezca increíble, lo “troncal” y lo tenido por “maría” son primordialmente  el producto de las preferencias y los intereses del empresario. Por eso no hay educación propiamente dicha en España, sino solo instrucción. Por eso la salvaje demolición de la escuela pública.

Lo dice Mairena: “Nosotros no pretenderíamos nunca educar a las masas.  A las masas que las parta un rayo.  Nos dirigimos a cada persona, que es lo único que nos interesa; cada persona en todos los sentidos de la palabra: persona in genere y persona individual, a la persona esencial y a cada persona empíricamente dada en circunstancias de lugar y de tiempo, sin excluir al animal humano en sus relaciones con la naturaleza.  Pero el humano masa no existe para nosotros.  Aunque el concepto de masa pueda aplicarse adecuadamente a cuanto alcanza volumen y materia, no sirve para ayudarnos a definir al ser humano, porque esa noción fisicomatemática no contiene un átomo de humanidad.  Perdonad que os diga cosas de tan marcada perogrullez.  En nuestros días hay que decirlo todo.  Porque aquellos mismo que defienden a las aglomeraciones humanas frente a sus más abominables explotadores, han recogido el concepto de masa para convertirlo en categoría social, ética y aun estética.  Yesto es francamente absurdo.  Imaginad lo que podría ser una pedagogía para las masas. ¡La educación del niño masa!  Ella sería, en verdad, la pedagogía del mismo Herodes, algo monstruoso”.

El 30 de diciembre será el último día del año en el portal de la Consejera aragonesa de Educación. Me gustaría mucho celebrarlo juntos. ¿Vendrás?

Hasta el lunes, entonces.