Diario de un perroflauta motorizado, 8

Mañana normal y corriente, sin nada especial que reseñar. He distribuido todas las octavillas que portaba conmigo. Me he dado cuenta de que la gente que se siente afectada por los recortes en educación y por la crisis en general se acerca hasta donde me encuentro, sin tener que ofrecer nada. Hoy también ha habido gente conocida a la que he saludado. La policía local y nacional se ha limitado a recorrer en coche y muy lentamente de arriba abajo la calle a las horas acostumbradas, pero no han vuelto a identificarme o a dirigirse a mí. Puede que pasen olímpicamente de este perroflauta. Puede que ya esté en el horno el escrito por el que se me comunica una multa ejemplarizante, que no tengo intención alguna de pagar. Hasta mañana.