Alborozado
se halla el Gobierno Popular por la “buena noticia” de que el desempleo ha
bajado en 98.265 personas. Ahora insiste sobre todo en que hay seguir
trabajando "en la misma dirección", sobre todo para crear empleo
juvenil y para que mejore el crédito. O sea, el mantra de siempre: crecimiento
económico y creación de empleo. Amén.
Hoy
por hoy, la palabra “empleo” se ha convertido en una de las palabras más
sacratísimas de la lengua española. Dices “empleo” y se postran a tus pies, sin
más matices, sin otros distingos adicionales. Tras conocer la noticia, me fui
imaginando a toda esa gente con empleo, pro ninguna de aquellas personas me
aclaró por cuánto tiempo tenían trabajo o cuántos de ellos iban a recibir un salario
igual o mayor que el salario mínimo interprofesional. Estamos en un país
habitado por personas tan jodidas que les importa un carajo que el aire esté
poco o mucho contaminado, porque están la mar de contentas por el hecho simple
de poder respirar algo de aire. El empleador, el listero y el amo de los
empleadores y los listeros han vencido: trabajo,
luego como, ese es el gran axioma de supervivencia hoy, sustitutorio del je pense, donc je suis, de Descartes.
Nos
la han colado, porque no solo se acepta sin remilgos, sino que se recibe como
una bendición advenida de lo alto (santa Troika, ora pro nobis) que vivimos en
una sociedad que no la conoce ya ni la madre que la parió.
“Vale,
vale, usted me da empleo, pero ¿cuáles son mis condiciones laborales?”, puede
ser hoy el texto de un buen chiste contado en la barra de cualquier bar. Ahora
uno debe quedarse chitón, en la esperanza de ser una de esas 98.265 personas
que ya tienen empleo y salir de los 6,3 millones restantes. “Trabajarás los
fines de semana alternos”. “Si, bwana”. “400 euros al mes”. “Si, bwana”. “En
septiempre, a la calle”. “Si, bwana”. “Y espero que no te metas en algún lío de
protestar o reclamar, ¿vale?”. “Si, bwana”.
Así,
finalmente, el trabajador ha entrado por la puerta grande de ese mercado uno,
grande y libre del mercado de trabajo”.
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Según se tiende a la esclavitud el paro baja. Que obviedad, no sé que hay que celebrar :(
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