La
mañana transcurría tranquila: gente que se ha hecho fotos una y otra vez
(no las pongo por los acontecimientos venideros), Jimmy se ha comprado una
camiseta verde, y el perroflauta motorizado ha recibido un hermoso regalo de
Paquita y Noemí para su futur@ niet@. Se me ha hecho un nudo en la garganta de
la emoción.
Acababa la jornada matutina, cuando han
venido. Primero una furgoneta, después otro furgón de la policía. Éramos cinco:
Paquita, Noemí, Víctor, Marisol y Antonio. Nos han pedido la identificación y
han comunicado que debíamos desalojar la zona (el portal de la Consejera).
Marisol y Antonio se han negado en redondo y se han quedado donde estaban.
Cinco policías (los demás estarían dentro de los vehículos) alrededor de cinco
personas pacíficas que se limitaban a portar sendos carteles. El policía
interlocutor hablaba mucho y escuchaba poco y mal. Se esforzaba en mostrar
calma y dominio de la situación, pero me dio la impresión de estar nervioso.
Han tardado un buen rato en volver a
hablar con nosotros. Tras recibir las órdenes oportunas, nos han comunicado que
no solo deberíamos desalojar, sino también dejar de exhibir los carteles (unos
carteles que llevamos exhibiendo desde hace cinco meses y una semana en un
lugar ocupado durante ese mismo tiempo y del que ahora nos querían desalojar).
Ante semejantes muestras de irracionalidad, Marisol y yo nos hemos negado a
ambas cosas.
El policía interlocutor ha apelado
entonces a nuestra sensatez, madurez y buen juicio, pues las consecuencias de
nuestra decisión iban a ser graves. Al ratificarnos en nuestra postura, ha
extendido una hoja de denuncia “por negarnos a desalojar el portal de la
vivienda de la Consejera de Educación al requerimiento de los agentes”. Nos hemos
negado a firmar la denuncia y nos ha entregado una copia rosa en la que apenas
se puede leer nada. En unas fechas llegará a nuestros domicilios la carta
certificada donde se nos comunica la sanción.
Dicho lo cual, nos ha comunicado que
quedábamos a la espera de la llegada de un jefe superior que nos comunicaría no
sé qué y nos llevaría al calabozo.
Se ha congregado mucha gente alrededor. La mayoría no podía creer lo que estaba viendo. Gracias sobre todo a Josefina Musulén, han empezado a llegar responsables de su Partido (CHA) sobre todo en el Ayuntamiento y también de Izquierda Unida. La abogada de CHA nos ha ofrecido sus servicios jurídico-legales gratis en cuanto nos llegue la carta. Mención especial merecen muchos estudiantes con sus camisetas verdes que han ido sentándose en el suelo o de pie alrededor. Hemos hablado, nos hemos animado y han aplaudido ellos y ellas y la gente que andaba por allí. Me ha producido una gran alegría volver a ver a Óscar, hijo de Josefina, responsables de las Juventudes de CHA y al que tuve el placer de dar clase de ética y filosofía en un Instituto.
Asombrosamente, con bastantes personas
aún alrededor, se me ha ocurrido preguntar a uno de los policías cuándo iba a
venir ese jefazo que nos iba a enchironar. “No sé, yo he venido hace poco”, ha
respondido. Y en plan de broma, le digo qué pasaría si me voy. “Nada”,
contesta. “¿O sea, que podemos irnos cuando queramos?”. “Sí, claro”, vuelve a
responder el policía.
Eran ya pasadas las 14,30. Y nos fuimos
cada un@ adonde debía. Contentos y satisfechos porque habíamos hecho y sido lo que debíamos hacer y ser.
Hasta mañana, el portal de la Consejera,
a las 9,30 de la mañana.
Hola Antonio, me emociona tu coherencia y lealtad hacia ti mismo y tu altrismo para con los demás. Tú si eres un valiente y yo te admiro y lo digo en tu blog y a todo aquel del que me escucha cuando surge la conversación sobre recortes, enseñanza, sanidad, etc.
ResponderEliminarMe gusta tus artículos en el Periódico de Aragón porque está llenos de verdades incuestionables.
Una pena vivir a 130 kilómetros de Zaragoza, si un día bajo me tengo prometido acompañarte, será un placer compartir espacio y reivindicación contigo y tus compañeros que en la distancia son y sois los míos.
Un gran abrazo y a plantar fuerte.
Un perroflauta sin motor, pero con ruedas de bicicleta.
Esta crónica transmite que ha debido ser una emocionante mañana, donde al final la fuerza de la razón se impone a la represión sin sentido, única arma que esgrime el poder que dícese democrático. Felicidades a todos.
ResponderEliminarQué bien, Antonio! Que pena no poder bajar desde el Pirineo a hacerte compañía. Pero moralmente te la hacemos, ya lo creo...Un besico
ResponderEliminarQué reconfortante encontrar gente como tu Antonio.
ResponderEliminarHoy he llegado a aqui, porque he visto esta noticia en la que hablan de ti en meneame.
http://www.meneame.net/story/policia-prohibe-hablar-perroflauta-protesta-hace-meses-ante-casa