Lloviznaba levemente cuando el
perroflauta motorizado ha visto en la calle Alfonso, esperando, a Federico. Se
han tomado un café deprisa y corriendo para no hacer tarde y enseguida han ido
al portal de la Consejera aragonesa de Educación. Federico es un hombre
comprometido con Sabiñánigo y sus gentes, es también un hombre admirablemente coherente
con lo que piensa y lo que quiere. Él y el perroflauta motorizado se conocieron
en terrenos y lides laicistas, y ahora se saben cercanos a la hora de luchar
por lo que ambos consideran necesario y valioso.
Al poco tiempo ha llegado Maite con su
franca risa y su buen humor, que no se borran nunca de su cara por muchos
problemas que pueda tener. Maite ha traído al perroflauta motorizado un
precioso regalo en forma de uvas y pera. El perroflauta motorizado sabe lo que
vale ese regalo e incluso le ha llegado a emocionar. Desde los tiempos de Stop
Desahucios permanece en el corazón del perroflauta motorizado esa amistad con
Maite como un valioso tesoro y un estupendo regalo de la vida.
Marisol, una luchadora infatigable, se ha sumado al poco tiempo, una vez solventadas las mil tareas
cotidianas que afronta. Y Marga, que cada martes y jueves se acerca al portal,
aportando vitalidad y todas sus ganas de combate. Y la madre de Ernesto, de
cuyo nombre no puedo acordarme por culpa de la edad y del alzheimer
(¡perdona!). Y X, un hombre de avanzada edad, que se ha declarado lector
empedernido de los artículos del perroflauta motorizado y nos ha mostrado su espíritu
juvenil y enormemente crítico. Y Arturo que por esas casualidades de la vida
topó con el perroflauta motorizado y desde entonces ambos mantienen una cordial
relación. Y…
Hemos conversado sobre lo divino y lo
humano, hemos seguido complejos vericuetos para observar los problemas sociales
actuales y sus posibles soluciones, así como las enormes dificultades que
entraña la realización de la utopía que queremos hacer efectiva en el mundo.
De vuelta a casa, cansado y dolorido, el
perroflauta motorizado ha escuchado con el alma muy abierta lo que Juan de
Mairena le iba diciendo. Sus palabras calaban muy dentro y producían en el
ánimo del perroflauta motorizado un efecto curativo y reanimador (a lo lejos,
Bego estaba escuchando esas mismas palabras, lo que hacía sonreír al
perroflauta motorizado):
“Hay que tener los ojos muy
abiertos para ver las cosas como son; aún más abiertos para verlas otras de lo
que son; más abiertos todavía para verlas mejores de lo que son. Yo os aconsejo
la visión vigilante, porque vuestra misión es ver e imaginar despiertos, y que
no pidáis al sueño sino reposo”.
Y entonces el perroflauta motorizado se ha
sentido inmensamente agradecido a Maite, Marisol, Federico, Marga, Arturo, a cuant@s
le habían estado acompañando en el portal durante cinco meses y cuant@s habían
desfilado ante su cartel, en actitudes muy diferentes, durante todos esos cinco
meses. Y a su fiel y permanente compañero durante estos 99 días, Juan. Juan de Mairena.
Hasta mañana
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