Publicado hoy en El periódico de Aragón
Jorge
Arzuaga es un bilbaíno de 25 años que ha estudiado
Ingeniería Técnica de Obras Públicas e Ingeniería de Caminos, Canales y
Puertos. Su ánimo emprendedor y su enorme corazón le han llevado a colaborar
como voluntario en diversos proyectos con colectivos de marginalidad en España,
así como a cooperar en el ámbito universitario dentro del movimiento 15M y a
viajar a India y Perú, cuya realidad ha troquelado fuertemente su espíritu.
Jorge ha decidido iniciar una huelga de hambre, como vía realmente efectiva de
lucha pacífica, secundando de algún modo el pensamiento de Henri Thoreau, cuando escribe: “cualquier hombre que tenga más razón que sus prójimos ya
constituye una mayoría de uno”. Los motivos que le han llevado a
tomar esta decisión pueden verse en un vídeo de apenas tres minutos que él
mismo colgó en YouTube y que quedan fielmente reflejados en esta página.
Jorge llevaba años acudiendo a
manifestaciones y concentraciones “sin obtener nada, salvo indiferencia”, por
lo que creyó llegado el momento de “ir más allá”. Cada día le resultaba más
insoportable la situación que está padeciendo su país y ante sí tenía dos
posibles vías de protesta: la huelga de hambre o la violencia, por lo que,
desde sus convicciones enraizadas en la noviolencia, eligió la primera, con el
principal objetivo de que “el pueblo deje la resignación y el miedo atrás” y
“que el pueblo reaccione y se una para recuperar sus derechos”, en una lucha
que es la de todos.
Quizá Jorge no ha encontrado otra
vía efectiva de lucha por no encontrar partidos, sindicatos y organizaciones
(en particular, sus dirigentes) capaces de liderar formas efectivas de
resistencia y de acción directa con el pueblo y para el pueblo. Como dice Nelson Mandela, "los verdaderos líderes
deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo",
y de esa clase de líderes solo restan los vestigios históricos de todas esas
personas que lucharon incondicionalmente por los derechos de la gente en el
pasado. Hoy casi todos sus dirigentes y cargos directivos están medio
aletargados y totalmente adormecidos dentro de los plácidos engranajes del
sistema. No basta decirse de izquierdas, sino encabezar activamente los
movimientos y las luchas diarias para oponerse al desmantelamiento de los
derechos y las libertades que aún restan a la ciudadanía. No basta “apoyar”
sistemáticamente las protestas y las acciones de la ciudadanía, sino también
estar y luchar incondicionalmente con el pueblo
a pie de calle, y no solo a pie de pancarta y a disposición de los
medios que mañana sacarán su fotografía.
Jorge cuestiona la legitimidad del actual Gobierno para
seguir gobernando. Seguramente conoce que vivimos en un país de creciente
desigualdad donde en 2012 el número de millonarios aumentó un 13%, mientras la
pobreza infantil creció el 30,6%. Él aduce, en primer lugar, que el Partido
actualmente en el Gobierno y sus principales dirigentes “mintieron e
incumplieron descaradamente” el programa electoral con que se presentaron a las
elecciones (subida del IVA, recortes en sanidad y educación, pensiones, un
millón más de desempleados, reforma laboral…), añadiendo además como “evidente”
que son culpables de los hechos de corrupción que se les imputa. “No somos
tontos, no somos idiotas, que no se rían de nuestra inteligencia”, asegura
Jorge con gran tranquilidad, pero afirma también que quien es inocente no se
esconde ni se niega a dar explicaciones y no destruye información y pruebas,
pues para Jorge es evidente la financiación ilegal del PP, la recepción en
sobres de dinero negro por parte del altos cargos del Partido, incluido Mariano Rajoy, lo que demuestra que
hasta el momento la justicia no es igual para todos.
Asimismo, Jorge manifiesta su cansancio ante “tantas
mentiras, injusticia e hipocresía”, pues exigen sacrificios solo al pueblo, y
ellos “no los tocan ni de lejos” y encima viven entre incontables privilegios a
los que no están dispuestos a renunciar, sin olvidar que quienes han provocado
esta crisis siguen libres y enriqueciéndose a costa de nuestro sufrimiento. Le
parece lacerante que si los bancos tienen beneficios, todo es para ellos, pero
si tienen pérdidas millonarias, las pagamos nosotros; unos bancos que hemos
rescatado entre todos, pero que desahucian a 500 familias al día en España.
Y Jorge nos lanza la madre de todas las preguntas: “¿Hasta
cuándo seguiremos tolerando esta situación? ¿Cuántos millones más tienen que
robar? ¿Cuántas mentiras más tienen que decirnos? ¿Cuántas personas más tienen
que suicidarse al ser desahuciadas? ¿Cuántos derechos más tienen que recortarnos?”.
Y concluye, rememorando quizá las palabras de Martin Luther King “nadie se nos montará encima si no doblamos la
espalda”: “Yo me niego a seguir tragando esta situación. Unámonos. Unamos
nuestras voces y nuestros corazones. Tomemos las calles y recuperemos lo que es
nuestro. Podemos hacerlo y vamos a hacerlo”.
En nombre de muchos ciudadanas y ciudadanas, y en
el mío propio: ¡Gracias, Jorge!
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