jueves, 22 de agosto de 2013

Diario de un perroflauta motorizado, 59


Al final de la mañana, el perroflauta se ha quedado estupefacto: los tres policías que ayer le pidieron con severa sequedad la documentación, hoy se han acercado, todo sonrientes, y le han preguntado: “Buenos días, qué tal va todo?”. “Bien, muy bien, y ¿ustedes?”, respondió el perroflauta, a lo que el que parece su portavoz, el policía más alto, se ha limitado a decir: “Pues aquí estamos, a la faena (sic)”.
Hoy ha sido una jornada de pocas conversaciones con viandantes. Juan de Mairena se ha retirado a un segundo plano, pues, tras saludar efusivamente al perroflauta, Albert Camus ha tomado la palabra y no la ha soltado ya en mucho tiempo.
“Zaragoza –peroraba Camus- era una ciudad llena de curas, monjas y militares (principalmente cadetes de la Academia General). Ahora han desaparecido, casi todos ya de paisano, de incógnito. Eso sí, siguen viviendo del erario público entre la pasividad de la ciudadanía. La iglesia católica se lleva 11.000 millones de euros anuales. El ejército recibe directamente de los Presupuestos generales del Estado 5.937 millones, a los que hay que añadir 877 millones y 582 millones adicionales y ‘extraordinarios’,  ‘para atender al pago de obligaciones correspondientes a programas especiales de armamento y material’. O sea, que el Ejército se lleva este año 7.935 millones. Entretanto, el Gobierno de cesa de recortar hasta el 50% en educación, sanidad y demás servicios sociales”.
La gente desfilaba impertérrita ante los ojos del perroflauta, mientras escuchaba el vehemente torrente de palabras proferidas por Albert Camus: “¿Y sabéis a qué responden los créditos extraordinarios aprobados por El gobierno y destinados a gastos excepcionales de Defensa? Pues a pagar el armamento inútil que se ha puesto en manos de los militares. Concretamente, 2,7 millones para la Fragata F100; 371,5 millones para el  avión de combate EF-2000; 2,42 millones para el carro de combate Leopardo; 46,6 millones al nuevo avión de transporte militar A-400M; 88,2 millones para el helicóptero de combate Tigre; 28,2 millones para el buque BAC; 32,4 millones para el obús 155/52; 15 millones para el misil Taurus; 69,8 millones para la Fragata F-105, un millón para el buque BAM-1; 34,5 millones para el misil C/C Spyke; 75,19 millones para el helicóptero NH-90; 5,96 millones para los Nodos CIS de la UME y 10 millones para el helicóptero EC-135”.
Juan de Mairena interrumpió el discurso de Camus y habló solemnemente de la siguiente manera:
“Nunca debéis incurrir en esa monstruosa ironía del homenaje al soldado desconocido, a ese pobre héroe anónimo por definición, muerto en el campo de batalla, y que si por milagro levantara la cabeza para decirnos: “Yo me llamaba Pérez”, tendríamos que enterrarle otra vez, gritándole: “Torna a la huesa, ¡oh Pérez infeliz!, porque nada de esto va contigo”.
Hasta mañana

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