martes, 2 de julio de 2013

Diario de un perroflauta motorizado, 23

Ayer por la tarde estuve en la concentración convocada por las trabajadoras de la limpieza de los centros sanitarios de Aragón ante el portal de Limpisa, una de las empresas que tienen la contrata del servicio con la DGA. Una vez más, fue un modelo de implicación, de compromiso  y de fuerza. Llevan cuarenta y tantos días de huelga indefinida, el 7 de julio expira su convenio y se cierne sobre ellas la incertidumbre sin paliativos. Pero continúan, pues están dispuestas a todo.
Hoy estaba pensando en todo eso, cuando he saludado a Luis, profesor interino en Híjar, desde ayer en el paro. No pudo ir a la convocatoria de apuntarse ayer colectivamente en una Oficina de desempleo y hoy estaba citado con tal fin en otra Oficina. He comentado con él lo inexplicable que me resulta que 2.000 profesoras y profesores en Aragón, más de 60.000 en toda España, se quedaran ayer en el paro y no haya ocurrido nada. No saben si trabajarán el próximo curso, pero no ha ocurrido nada. Los contratados en la concertada y los impartidores de Religión en la pública y en la concertada siguen cobrando del dinero del Estado durante el verano y no parecen albergar dudas sobre su trabajo en el futuro, pero no ha ocurrido nada.
Hemos recordado el bajo porcentaje del profesorado de cada centro cuando se convocaba una huelga, general o del sector. Hemos enlazado todo ello con que sigue sin ocurrir nada. Trabajar en la educación es un maravilloso regalo de la vida, pues así se está en contacto diario con la mente, la sensibilidad, el alma de la gente joven. Enseñar una asignatura debería equivaler a enseñar a la gente joven a “mantener su alma relativamente intacta” (es una frase que escuché maravillado hace muchos años en una sala de cine en pleno visionado de la película, cuyo título no recuerdo). Educar es alentar y fomentar nuevos ciudadanos y ciudadanas libres, autónomas, críticas, comprometidas, solidarias. Los señores del dinero han dictado a los actuales gobernantes que la enseñanza debe ser todo lo contrario. Hablan de excelencia, rendimiento, baremación y comparación con el Proyecto Pisa, pero en realidad solo desean el retorno al estado de cosas anterior, donde los ricos y las élites se “formaban” “bien” en sus colegios, mientras el resto del pueblo iba durante unos pocos años a unas escuelas públicas deterioradas y de baja calidad.
El profesorado no debería luchar incondicionalmente solo por unas condiciones laborales dignas, sino por el futuro mismo de su país, por el futuro de sus hijas e hijos, de sus nietas y nietos, y de tod@s l@s demás que componen la sociedad donde nacen, viven, crecen, se desarrollan, se reproducen y mueren los seres humanos, libres e iguales ante la ley. La educación constituye el elemento nuclear del presente y del futuro del mundo, dominado por el neoliberalismo más feroz o por la esperanza efectiva cada día de otro mundo, libre, noviolento, igualitario, donde la riqueza de la Tierra es de tod@s y se reparte justamente entre tod@s.
No entiendo por qué no ocurre nada entre el profesorado español, las decenas de miles que se quedaron ayer en la calle, los centenares de miles dedicados profesionalmente a educar y enseñar, los ya jubilados, los que aspiran, pero aún no han accedido al mundo de la enseñanza. Los enseñantes son maestros en hablar y hablar: “has oído…? Has leído…? Has visto…? Esto va cada día peor. Los gobernantes son unos mangantes. Etc. Etc. Etc…” Cada vez soporto peor que algún enseñante me venga con alguna monserga sobre lo mal que va el país o la enseñanza, pretendiendo demostrar de paso lo progre y lo enterado que está de todo.
No entiendo que alguien  se haya dedicado alguna vez a educar y enseñar, y ahora viva el transcurrir del país como si, de hecho –más allá de la boquilla, no le concerniera. Personalmente, creo que mi presencia diaria ante el portal de la Consejera es otra forma de seguir educando y enseñando, no porque la gente deba pensar y hacer lo que propongo, sino porque debe estar en condiciones siempre de poder informarse, pensar, reflexionar, decidir y actuar como considere conveniente.
Pero, de momento, no ocurre nada, no ocurre nada, no ocurre nada, no ocurre nada, no ocurre nada, no ocurre nada, no ocurre nada, no ocurre nada, no ocurre nada, no ocurre nada……………………………………

3 comentarios:

  1. Tienes mucha razón,Antonio. No sé si es el aburguesamiento del colectivo o el pensar que no va con nosotros,pero las compañeras de la limpieza son un ejemplo a seguir. Y tú con tu resistencia otro.

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  3. Pongámonos, pues, tod@s manos a la obra

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