Otra semana más, la sexta ya, ante el portal
de la Consejera de Educación del Gobierno de Aragón, Dolores Serrat. A media
jornada, la calle entera se ha llenado de emoción cuando se ha acercado una
señora joven, con una cierta minusvalía psíquica, en una silla empujada por un
señor mayor, y ha preguntado si podía firmar en alguna parte o apoyar de algún
modo la causa de la escuela pública.
Hoy nos hemos juntado el perroflauta,
Cristina, Marisol, Pepe y Ana. Nos hemos hecho esta foto.
Una exmaestra ha defendido a gritos que la
escuela ha ido cada vez peor con la transición y la democracia. Cuando
quedábamos tres, un coche de la policía se ha detenido enfrente de nosotros; el
conductor, único ocupante, nos ha dicho que allí no podíamos estar. Al ver
nuestra escasa reacción, ha continuado diciendo que si no nos íbamos no tendría
más remedio que identificarnos. “Cumpla usted con su deber”, hemos respondido.
Sin salir del coche, ha estado hablando por teléfono durante un rato y sin
decir una palabra se ha ido por donde había venido. Es la estrategia del miedo.
Es la política de amedrentar a la gente. Si no te arrugas, se encuentran
inermes.
Había quedado a las 14 horas a comer con
Ángel, un profesor oscense de matemáticas, luchador y creador de nuevas vías de
enseñanza, a quien quiero y admiro. Por eso, me he quedado una hora más, solo,
allí en el portal. Hacia las 13 horas se ha parado otro coche de la policía
nacional a unos metros, hasta después ponerse igualmente enfrente del
perroflauta. Ha bajado un policía joven, y al poco tiempo otro más, el
conductor del vehículo. Apenas me han dejado hablar. “Siento mucho molestarle
con estas cosas. Le pido disculpas sinceras. No estoy de acuerdo con tener
que identificarle, le ruego que me
perdone…”. El perroflauta ha hecho casi de consolador: “No se preocupe, lo
entiendo, haga usted, sin problemas, lo que tenga que hacer…”. Los policías, mientras identificaban por enésima vez al perroflauta, han
vuelto a profesar su apoyo a la causa promovida y denunciada por el
perroflauta, e incluso le han dicho abiertamente que esperan que no se mueva de
allí en mucho tiempo. Tras oír esas cosas, el perro del perroflauta ha movido
jubilosamente la cola y ha empezado a tocar el Concierto en C mayor para flauta
y orquesta de Mozart. “K 315”, me ha explicado con un ladrido. Y nos hemos puesto
muy contentos, mientras el coche de la policía se alejaba apresuradamente, pues
acababan de recibir que una chica había sido robada por las inmediaciones.
El perroflauta se ha sentido inmensamente
libre, pues no tiene nada que perder. Cada día que pasa se percata más de que
nada hay que temer, que perder. No espera resultados, y se conforma simplemente
con estar ahí. La vida se agosta sin libertad. La democracia pierde su
significado si no es abrazada siempre desde y por la libertad. El perroflauta
sabe cada día más que la democracia se sustenta en la educación. La educación
va más allá de las aulas y los edificios escolares, más allá de los libros
escolares y los exámenes. La educación cumple su cometido solo si es capaz de
que cada persona elija libre y responsablemente una forma autónoma y libre de
estar en el mundo, de vivir y convivir solidariamente en un mundo sostenible.
El perroflauta ama la escuela pública con
todas sus fuerzas, pues ama a sus hijos y a los hijos de sus hijos. El perroflauta quiere que la educación sea
fundamentalmente el fomento y el ejercicio de la libertad. No de una libertad
vacía de contenidos y de valores, sino de la libertad para poder pensar y
crear libre, autónoma y críticamente.
Ahora los enemigos ancestrales de la auténtica
libertad de pensar en España quieren hacer hincapié solo en la libertad de
expresión, en el poder decir lo que sea y donde sea. Sin embargo, no se trata solo
ni principalmente de poder decir, de poder expresarse, sino de poder pensar, de
aprender a saber, pensar para, efectivamente, tener algo que decir.
Un placer reencontrarte esta mañana. A ver si la próxima es pronto. Besicos desde Teruel Existe y a no perder el ánimo, que da gusto encontrar gente como tú.
ResponderEliminarLo mismo digo, Ana. Personalmente,necesito saber que hay gente como tú. Por eso la continuación de nuestro contacto puede ser tan saludable. Hasta pronto, pues.
ResponderEliminarSalud y abrazos
Antonio, enhorabuena por representar y encarnar la dignidad personal y libertad intelectual de millones de personas que estamos siendo aplastadas por esta guerra total de la elite financiera, mediática y política contra las clases populares europeas. Mientras quede un solo ser humano como usted, no todo está perdido. Quizás otros entiendan, entendamos, que como dice no hay nada que temer, SOMOS MÁS, SOMOS MEJORES, y sobre todo TENEMOS DERECHO A SER HOMBRES LIBRES EN UNA SOCIEDAD LIBRE. La decisión como en su caso, en una decisión individual,no nos la van a dar, la debemos conseguir, luchar, desear,
ResponderEliminarGracias por mantener la llama de una lucha justa, nosotros somos vulnerables y transitorios, nuestra causa NO.
Chesus
Totalmente de acuerdo, Chesus. Hay que seguir luchando por un mundo más justo y más libre donde viven en paz sers humanos iguales en derehos y obligaciones.
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