Esta mañana, hacia las
10,33 horas, un hombre extraño, vestido de levita, se ha acercado al
perroflauta motorizado, y le ha entregado un papel.
- hola, buenos días –ha
dicho, a modo de saludo-. Mi nombre es
Lampe y vengo en nombre de mi señor Emmanuel Kant, a quien sirvo desde hace
cuarenta años. Según me ha explicado, se trata de unos apuntes o breves notas
sobre unas ideas básicas que Herr Kant nos ha legado sobre su concepción de la
educación. Normalmente, parece muy enfrascado en sus altas lucubraciones
metafísicas y éticas, pero doy fe de que también es un sencillo y atinado
pensador sobre la formación de la juventud. Ha pergeñado estos apuntes de los
que ahora le hago entrega, de forma casi telegráfica y quizá excesivamente
libre en aras de su claridad.
- Muchas gracias –ha
respondido el perroflauta-. Es todo un honor para mi.
- Mi señor Kant –añadió
Lampe- me ha insistido también en que no deje usted de escuchar esta mañana In a Time Lapse, de Ludovico Einaudi.
Está plenamente seguro de que le gustará.
- Lo haré, sin duda alguna
–aseguró el perroflauta- Salude de mi parte a Herr Kant.
Lampe y su levita se iban
perdiendo a lo lejos en la calle Alfonso, cuando ha llegado Laura, recién
llegada de Manchester. Ha contado al perroflauta que, acabados sus
estudios, está estudiando la forma de
presentar y llevar a cabo su proyecto de “neuropsicoeducación”, cuyas líneas
fundamentales ha explicado al perroflauta. Mientras Laura hablaba, iba dibujándose
en la mente del perroflauta la imagen de su hija Begoña, psicóloga, ahora por
Méjico, tan inquieta y emprendedora en tantas cosas, también en temas de
psicología social y comunitaria. Al final, el perroflauta hará de puente entre
una y otra para que intercambien ideas y planes, si así les parece.
Después, el perroflauta
motorizado ha leído (mejor, paladeado) el papel que le había dado poco antes
Lampe, criado de Kant. Dice así:
* Enseñar en el periodo infantil y juvenil es
especialmente difícil, porque cometemos el error de inculcar ideas y teorías
sin esperar a que la inteligencia de es@s niñ@s y jóvenes haya madurado
convenientemente.
* Ese error, pues, consiste en no respetar el
orden natural del desarrollo afectivo y mental de l@s niñ@s y jóvenes.
* Las escuelas se dejan llevar por un montón
de prejuicios, fomentados en un estado burgués muy refinado, por lo que las
ideas se tornan instrumentos de progreso y la curiosidad natural acaban siendo
un adorno y algo superfluo.
* Hay que concordar plenamente o al menos acomodar
la enseñanza pública al natural desarrollo del alumnado, al progreso natural
del conocimiento humano. Solo partiendo de conceptos y destrezas surgidos desde
lo simple, intuitivo y los sentidos, será posible llegar a otras iteas y
teorías más elaboradas y complejas.
* Un profesor debe formar ante todo desde las
ideas sencillas y bien entendidas hasta la elaboración racional, sin pretender
empezar la casa por el tejado. Si lo hace así, todo su alumnado quedará
beneficiado, pues no tod@s tienen por qué llegar a sabi@s o grandes científic@s
o intelectuales, pero así tod@s habrán llegado a ser más experimentados e
inteligentes.
* De no hacerlo así, los supuestos
conocimientos embutidos a su alumnado serán siempre algo exterior a él, prestados,
pegados, adosados, pero no habrán nacido de él y en él. Su capacidad
intelectual se habrá hecho mucho más estéril y falta de vida.
* Esta es la causa de que, frecuentemente, se
tropieza uno con presuntos intelectuales y eruditos que muestran entender muy
poco.
* Por consiguiente, lo primero de todo es
hacer madurar al entendimiento y fomentar su desarrollo, sobre la base de
elaborar conocimientos bien entendidos y asimilados desde la experiencia y los
sentidos.
* Tampoco hay que dar saltos artificiales a
otros conocimientos porque así lo dictan los programas o los planes de estudio,
sino llegar al siguiente paso a través del natural y desbrozado sendero de los
conceptos más elementales que, paso a paso, le hacen progresar; pero todo de
acuerdo con aquella capacidad del entendimiento que el previo ejercicio ha
debido, necesariamente, producir en él.
* En una palabra, No se debe enseñar pensamientos,
sino enseñar a pensar. Al alumno no
hay que transportarle sino dirigirle, si es que tenemos la intención de que en
el futuro sea capaz de caminar por sí mismo.
M. Immanuel Kant, Nachricht von der Einrichtung seiner Vorlesungen in dem
Winterhalbenjahre von 1765-1766.
“Esto lo he leído ya hace unos años en el
libro de E. Lledó, Ser quien eres”, se ha dicho con sorpresa el perroflauta. Se
sentía bien. El piano de Einaudi acariciaba su espíritu.
Una señora que pasaba por allí interpretó que
el perro del perroflauta había marcado territorio en aquel portal de la calle
Alfonso, pero en realidad es el propio perroflauta quien había formado con su
emoción aquel pequeño reguero de lágrimas, de tan feliz que se sentía.
Hasta mañana.
Interesantísima reflexión, Antonio. A ver si a mi vuelta compartimos un ratico de reflexiones.
ResponderEliminarUn abrazo fortísimo desde el (precioso) Ecuador
Ana
Otro gran abrazo, Ana.
ResponderEliminarDisfruta y descansa mucho por esas tierras.
Hasta la vuelta