miércoles, 31 de julio de 2013

Diario de un perroflauta motorizado, 43


Esta mañana, hacia las 10,33 horas, un hombre extraño, vestido de levita, se ha acercado al perroflauta motorizado, y le ha entregado un papel.
- hola, buenos días –ha dicho, a modo de saludo-.  Mi nombre es Lampe y vengo en nombre de mi señor Emmanuel Kant, a quien sirvo desde hace cuarenta años. Según me ha explicado, se trata de unos apuntes o breves notas sobre unas ideas básicas que Herr Kant nos ha legado sobre su concepción de la educación. Normalmente, parece muy enfrascado en sus altas lucubraciones metafísicas y éticas, pero doy fe de que también es un sencillo y atinado pensador sobre la formación de la juventud. Ha pergeñado estos apuntes de los que ahora le hago entrega, de forma casi telegráfica y quizá excesivamente libre en aras de su claridad.
- Muchas gracias –ha respondido el perroflauta-. Es todo un honor para mi.
- Mi señor Kant –añadió Lampe- me ha insistido también en que no deje usted de escuchar esta mañana In a Time Lapse, de Ludovico Einaudi. Está plenamente seguro de que le gustará.
- Lo haré, sin duda alguna –aseguró el perroflauta- Salude de mi parte a Herr Kant.

Lampe y su levita se iban perdiendo a lo lejos en la calle Alfonso, cuando ha llegado Laura, recién llegada de Manchester. Ha contado al perroflauta que, acabados sus estudios,  está estudiando la forma de presentar y llevar a cabo su proyecto de “neuropsicoeducación”, cuyas líneas fundamentales ha explicado al perroflauta. Mientras Laura hablaba, iba dibujándose en la mente del perroflauta la imagen de su hija Begoña, psicóloga, ahora por Méjico, tan inquieta y emprendedora en tantas cosas, también en temas de psicología social y comunitaria. Al final, el perroflauta hará de puente entre una y otra para que intercambien ideas y planes, si así les parece.
Después, el perroflauta motorizado ha leído (mejor, paladeado) el papel que le había dado poco antes Lampe, criado de Kant. Dice así:

* Enseñar en el periodo infantil y juvenil es especialmente difícil, porque cometemos el error de inculcar ideas y teorías sin esperar a que la inteligencia de es@s niñ@s y jóvenes haya madurado convenientemente.
* Ese error, pues, consiste en no respetar el orden natural del desarrollo afectivo y mental de l@s niñ@s y jóvenes.
* Las escuelas se dejan llevar por un montón de prejuicios, fomentados en un estado burgués muy refinado, por lo que las ideas se tornan instrumentos de progreso y la curiosidad natural acaban siendo un adorno y algo superfluo.
* Hay que concordar plenamente o al menos acomodar la enseñanza pública al natural desarrollo del alumnado, al progreso natural del conocimiento humano. Solo partiendo de conceptos y destrezas surgidos desde lo simple, intuitivo y los sentidos, será posible llegar a otras iteas y teorías más elaboradas y complejas.
* Un profesor debe formar ante todo desde las ideas sencillas y bien entendidas hasta la elaboración racional, sin pretender empezar la casa por el tejado. Si lo hace así, todo su alumnado quedará beneficiado, pues no tod@s tienen por qué llegar a sabi@s o grandes científic@s o intelectuales, pero así tod@s habrán llegado a ser más experimentados e inteligentes.
* De no hacerlo así, los supuestos conocimientos embutidos a su alumnado serán siempre algo exterior a él, prestados, pegados, adosados, pero no habrán nacido de él y en él. Su capacidad intelectual se habrá hecho mucho más estéril y falta de vida.
* Esta es la causa de que, frecuentemente, se tropieza uno con presuntos intelectuales y eruditos que muestran entender muy poco.  
* Por consiguiente, lo primero de todo es hacer madurar al entendimiento y fomentar su desarrollo, sobre la base de elaborar conocimientos bien entendidos y asimilados desde la experiencia y los sentidos.
* Tampoco hay que dar saltos artificiales a otros conocimientos porque así lo dictan los programas o los planes de estudio, sino llegar al siguiente paso a través del natural y desbrozado sendero de los conceptos más elementales que, paso a paso, le hacen progresar; pero todo de acuerdo con aquella capacidad del entendimiento que el previo ejercicio ha debido, necesariamente, producir en él.
* En una palabra,  No se debe enseñar pensamientos, sino enseñar a pensar.  Al alumno no hay que transportarle sino dirigirle, si es que tenemos la intención de que en el futuro sea capaz de caminar por sí mismo.
M. Immanuel Kant, Nachricht von der Einrichtung seiner Vorlesungen in dem Winterhalbenjahre von 1765-1766.

“Esto lo he leído ya hace unos años en el libro de E. Lledó, Ser quien eres”, se ha dicho con sorpresa el perroflauta. Se sentía bien. El piano de Einaudi acariciaba su espíritu.
Una señora que pasaba por allí interpretó que el perro del perroflauta había marcado territorio en aquel portal de la calle Alfonso, pero en realidad es el propio perroflauta quien había formado con su emoción aquel pequeño reguero de lágrimas, de tan feliz que se sentía.
Hasta mañana.



2 comentarios:

  1. Interesantísima reflexión, Antonio. A ver si a mi vuelta compartimos un ratico de reflexiones.
    Un abrazo fortísimo desde el (precioso) Ecuador
    Ana

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  2. Otro gran abrazo, Ana.
    Disfruta y descansa mucho por esas tierras.
    Hasta la vuelta

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