Lunes,15 de julio, primer día de la
séptima semana consecutiva apostado ante el portal de la Consejera aragonesa de
Educación, Dolores Serrat. Marisol y el perroflauta han estado toda la mañana
apostados ante el portal de la Consejera. Por lo demás, la jornada transcurría
plácida hasta que Víctor ha llegado con su bici a saludarnos. A los pocos
minutos de charla, una pareja de policías de paisano nos ha pedido la
identificación.
Por enésima vez, el mismo rito, las
mismas palabras. Eran un hombre y una mujer, jóvenes, y el perroflauta y el
policía se reconocieron enseguida de otras identificaciones. De nuevo, el
perroflauta los ha definido como “partidos por el eje”, pues su lado estrictamente
personal no queda precisamente muy vinculado al profesional. La cosa ha
cambiado algo, cuando la policía ha comenzado a leer el cartel del perroflauta:
“Aquí vive la Consejera….”. Ha resoplado y ha movido la cabeza. “Hay otras
maneras…”, ha dicho la agente. “Dígame alguna que sea más efectiva y me voy ahora
mismo de aquí”, le respondió el perroflauta. Y después ambos policías se han
marchado con el mismo tono tranquilo y educado habitual.
Antes de llegar Marisol, ensimismado el
perroflauta en sus propios pensamientos, un hombre maduro, con cartera en la
mano, se ha acercado a su lado izquierdo, y medio sonriendo, le ha dicho:
“Debería usted meterse hoy con Bárcenas y Rajoy”. Y el perroflauta, una vez
solo, se ha quedado pensando que por debajo de ambos sujetos subyace la necesidad
de-carencia factual de la educación de la ciudadanía. ¿Cómo podemos hablar de
democracia sin ciudadanas y ciudadanos libres, iguales, con criterio propio,
autónomos y dueños de su propia vida y de su propia muerte? Sin educación no hay
verdadera democracia. Sin democracia no hay verdadera educación.
Cuántas veces hemos oído la palabra
“democracia”, ya tan manida, tan manoseada por los dirigentes democraticidas
(no solo Bárcenas y Rajoy). Se ha invadido naciones y masacrado pueblos en “defensa
de la democracia”, se ha invalidado elecciones limpias en nombre de la
“verdadera” democracia (Argelia, Palestina…), se ha torturado al adversario
–“terrorista”- al amparo de la democracia… Hoy mismo el Gobierno del PP considera
democráticas todas y cada una de sus decisiones por haber conseguido un día la
mayoría absoluta de una ciudadanía a la que después se la está descuartizando a
base de recortes y merma de sus derechos y libertades.
España ha estado durante muchos siglos
vigilada por el inmarcesible “nihil obstat” de la iglesia católica. Cuando, por
ejemplo, en la II República osaron poner las cosas en su sitio en materia de
educación y de impuestos, el catolicismo se alineó marcialmente con los
sublevados por Dios y por España. No es casual que la escuela fuese el centro
de su represión y su propaganda a fin de tener sujetas las mentes de la gente,
cuanto más ignorante, mejor, salvo las élites, educadas en colegios religiosos
de pago. Tampoco es casual la LOMCE del Partido Popular y su ministro Wert.
Apuntala el adoctrinamiento religioso y la memorización mecánica de contenidos
(fuente de las mejores calificaciones), pero arrasa con el verdadero pensar y
el verdadero aprender. La iglesia católica, por supuesto, encantada.
Un Estado realmente democrático ha de ser
necesariamente laico. Eso no quiere decir anticlerical o enemigo de la libertad
religiosa (una más entre otras muchas libertades), sino garante de que lo
público pertenezca a toda la ciudadanía en igualdad de condiciones y sin
privilegios o discriminaciones, garante de que el derecho nuclear sea siempre
el derecho universal a la libertad de conciencia. Un Estado laico y democrático
defiende al pueblo de cualquier forma institucionalizada de superstición,
manipulación, corrupción o constricción mentales. En un Estado laico y
democrático hay ciudadanas y ciudadanos libres, iguales, críticos, indagadores
e incondicionales amantes de sus derechos y libertades.
Bárcenas y Rajoy son solo un pequeño
síntoma del Estado fallido, uno más en el Occidente controlado por USA, en que
están convirtiendo a España.
El perroflauta ha enviado hoy al
Periódico de Aragón su artículo de opinión semanal. Se titula: “¿Estado de
derecho?”. Acaba: “¿A esto lo llaman Estado de derecho?”.
Para acabar, como celebración de la
séptima semana que hoy comienza en el portal de la consejera, el perroflauta ha
grabado unos segundos de vídeo con lo que cada mañana ve desde el portal de la
señora Consejera Serrat:
Hasta mañana.
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